v. Amazing

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Luego de que los lobos atacaran la presa, los hermanos Pevensie, Nailea y los dos castores salieron de allí por un tunel que el señor castor había cavado.

Peter y el señor castor corrieron un barril para tapar la salida del túnel, Lucy había caído hacia atrás.

— era mi mejor amigo — dijo el señor castor viendo a un animal convertido en piedra, que como el dijo, era su mejor amigo.

Continuaron viendo a los demás animales, todos iguales, inmóviles.

— ¿que es lo que paso aquí? — preguntó Peter.

— es lo que pasa con los que hacen enojar a la reina — escucharon atrás de ellos, allí había un zorro.

— ¡si das un paso mas, traidor, te haré trizas con mis dientes! — amenazo castor.

— tranquilo — bajo de la roca — soy uno de los buenos.

— ¿si? ¡pues estas tan feo que en serio pareces uno de los malos!.

— un desafortunado parecido de familia, después hablamos de especies, ahora tienen que escapar.

Los ladridos de los lobos se escuchaban cada vez mas cerca.

— ¿como? — dijo Nailea aferrada al brazo de Susan. El zorro sonrió.

A los pocos minutos, los lobos derribaron el barril y treparon por la salida.

— ¡saludos, señores! — saludo el zorro cuando lo rodearon — ¿se les perdió algo?.

— no juegues conmigo, se donde esta tu lealtad. Buscamos humanos. — habló uno de ellos.

El zorro rió — ¿humanos, aquí en Narnia?.

Nailea tuvo que tapar su boca para no hacer ruido, estaban todos arriba de un árbol sujetándose de las ramas.

— vaya esa información es muy valiosa, ¿no lo creen?.

El zorro gimió de dolor cuando uno de los lobos lo mordió por la espalda, Lucy iba a gritar pero Peter tapó su boca, al igual que la señora castor.

— tu recompensa es tu vida — espetó el lobo — aun que no es mucho — rió — pero es algo. ¿Donde están los fugitivos?.

— al Norte. — mintió sufriendo por el dolor — huyeron al Norte.

— empiecen a olfatear.

Lanzaron al zorro a la nieve, estrellándolo contra el suelo. Con cuidado, bajaron del árbol y se acercaron a ayudarlo.

Al llegar la noche, los cuatro humanos y tres animales, armaron una fogata para poder, al menos, calentarse un poco.

— ayudaban a todos, la bruja llego a ellos antes que yo — contaba el zorro — ¡auch!.

— ¿te hicieron daño? — preguntó Lucy viendo como la señora castor curaba sus heridas.

— bueno, desearía decir que ladran mas de lo que muerden, ¡au! — volvió a quejarse.

— ¡ya esta, no te muevas! eres peor que mi esposo cuando se baña.

— el peor día del año.

Los chicos soltaron una risita.

— gracias por su gentileza — el zorro se levantó — pero no hay tiempo para curar mis heridas.

— ¿ya te vas? — cuestionó Nailea con una ceja alzada.

— ha sido un placer, mi reina, y un honor — hizo una reverencia ante Williams.

— esto me esta gustando — señaló al zorro mientras se reía.

butterflies, edmund pevensie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora