ix. Idiots

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— dudo que hayamos algo aquí, mi señor — exclamó Reep sujetado del extremo del barco — en la isla no hay señal de vida.

— claro — le grito Caspian desde el otro bote, donde iban Edmund, Lucy, Nailea, Eustace y dos tipos más — ¡una vez en tierra tu y tus hombres busquen comida y agua, nosotros cuatro buscaremos pistas!

— te refieres a los cinco, ¿no? — preguntó Eustace desde atrás. Todos giraron a verlo con incredulidad — no me vayas a enviar otra vez con la rata.

— te escuche, niño — Reepicheep hablo.

— orejotas — murmuró nuevamente sintiendo la risa de Nailea.

— ¡también escuche eso!

Caspian se rio contagiando a todos, era un momento divertido para la situación con la que estaban.

Al llegar a la tierra, la pelirroja tomó la mano de su novio al bajar, quien la miraba con una sonrisa idiota.

— deja de mirarme así — le golpeo levemente el hombro.

— ¿te he dicho que eres hermosa? — corrió un mechón de su cabello.

— si, y si lo vuelves a hacer probablemente terminemos y me case conmigo misma — quito la mano del Pevensie, quien se rio ante su reacción.

— miren, no somos los primeros en esta isla — exclamó Caspian viendo una cueva en el suelo, donde una soga colgaba hacia el interior de esta.

— ¿los nobles? — cuestionó el azabache.

— tal vez.

Se habían separado de los demás para empezar a investigar.

El telmarino tiro una roca a la cueva para saber su profundidad.

— ¿que puede haber allá abajo? — preguntó Edmund.

— hay que averiguarlo — Williams tomó la soga, aceptando la mano de Caspian para poder bajar a la cueva, seguida de los Pevensie y el anterior nombrado.

Una vez ya abajo, notaron un charco - bastante profundo - con algo en el centro, Nailea y su curiosidad se acercaron a ver.

— ¿que es eso? — le pregunto Caspian llegando con Edmund y la menor de los tres a su lado.

— una estatua, creo — trago saliva viendo el charco, buscando la mano de su novio para entrelazarla con la de ella.

— ya vuelvo — susurro el azabache en el oído de su chica para soltar su mano y caminar a las paredes de roca, donde arrancó una rama y se acercó nuevamente al charco.

Acercó la rama al agua, tratando de llegar a la estatua, pero en seguida la rama comenzó a teñirse de dorado, se volvió tan pesada que a Edmund se le cayo de las manos.

— debió caer al agua — el mayor se agacho frente al humano hecho oro.

— pobre hombre — hablo Lucy abrazada a su cuñada, estaba aterrorizada.

— mas bien pobre Lord — Caspian miro un escudo cerca del hombre — el escudo de Lord Restimar.

— y su espada — señaló el azabache.

— la necesitamos.

— mucho cuidado — pidió Lucy a su hermano, quien tomaría el objeto.

— tal vez deba hacerlo yo — la pelirroja soltó a Lucy y sacó su espada, dejando a los hombres sorprendidos ante su valentía — ¿que me miran?

Ambos negaron rápidamente y retrocedieron, dejándole el trabajo a ella.

Unido su espada en el agua y tomó la otra como pudo, sacándola del charco sencillamente.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2021 ⏰

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