The Proposal. {h.s}

Capítulo 40.

Lo primero que vi cuando abrí mis ojos, fue el rostro preocupado de Harry.

—Oh Dios mío, ya despertó.— Murmuró, al parecer aliviado.

Trate de sentarme pero mi cabeza me dolía, gemí tocándome la cabeza y me recosté en donde sea que este recostada ahora.

—¿Qué paso?— susurré.

—Te desmayaste.— Era la voz de Harry, la reconociera en cualquier parte del mundo.

Escuche como cerraron la puerta con un gran golpe y me sobresalte. Luego escuche tacones acercándose a mí.

—Rose ¿estás bien?— Abrí mis ojos y vi a Selena al costado de Harry.

—Hola.— Murmure.

—Tú, perra te dije que comas algo y no me hiciste caso.— Comentó Selena molesta y yo me reí al ver la cara confundida de Harry.

—Señorita Clark ¿Puedo regular su vocabulario?— hablo Harry.

—Lo siento pero si–

—Sh, dejen de hablar.— Murmure. —Dejen de pelear, por favor.— Cerré mis ojos de nuevo. —¿Dónde estoy?

—En mi oficina.

—Oh, bueno será mejor que me siente.

Con mucho cuidado y con la ayuda de Selena, me senté en el mueble de la oficina de Harry. Mire alrededor y Ángela sentada en la silla de Harry, mirándome fijamente y no muy contenta. Me aclare la garganta y aparte la mirada de ella.

—Ten, come esto.— Harry me tendió una barra de chocolate pero yo arrugue la nariz y negué con la cabeza. —Cómelo Rose, necesitas tener algo de azúcar en tu cuerpo. No es momento para que me digas que estas en una maldita dieta.

—No es eso.— Casi escupí las palabras. —No me gusta ese chocolate.

—¿Qué? No jodas, Rose.— Me encogí de hombros.

—Déjamelo a mi, Styles.— Hablo Selena y me reí por el uso de sus palabras. Rebusco en su bolso y saco una barra de Hershey's. Mis ojos brillaron y agarre rápido la barra para abrirla y saborear el rico chocolate blanco. —Tú sabes que siempre traigo una, por si estoy en mis días.

—Siempre sabes lo que quiero, Sel, te amo.— Murmure y le di un gran mordisco.

No me había dado cuenta de cuanta hambre tenía hasta que me estaba devorando la mitad del chocolate.

—Wow, ya sabemos cómo es que estabas así.— Voltee a mirar a Ángela y ella tenía en sus manos la revista y me miraba burlona.

Deje de masticar rápido y me daba mi tiempo para pasar cada bocado.

—Ya basta, Ángela.— Harry hablo fuerte.

Selena me miro asombrada y mordía su labio inferior para que no sonría. Vocalice un 'basta' a Selena pero ella solo se encogió de hombros.