The Proposal. {h.s}

Capítulo 33.

N/A: A las que no entienden lo que pusé en inglés aquí, les dejo la traducción abajo xoxo.

—¿Trajiste la ropa?— preguntó Louis apenas entre a la habitación mediante susurros.

—Si.— Alcé la bolsa que tenía en mis manos y la deje en el piso.

Louis me había mandado un mensaje diciéndome que pase por la casa de Harry para traerle ropa, al parecer le habían dado de alta y necesitaba cambiarse. Salude a Louis con un beso en la mejilla.

—¿Hace cuánto tiempo que está dormido?— susurré acercándome a la camilla.

—Hace unas horas, le dieron unas pastillas para el dolor y se durmió rápido.— Se paró de la silla e hizo una mueca. —Me tengo que ir rápido, tengo examen muy importante y no he estudiado nada.

—Oh, no te preocupes, yo me quedaré con Harry.

—¿Estas segura que puedes estar con él?

—Sí, no te preocupes.— Bese su mejilla de nuevo. —Suerte.

—Gracias.— Miró a Harry por última vez, sacudió su cabello y salió. Harry ni siquiera se inmuto.

Deje el celular de Harry en la mesita que tenía al lado y saque de mi mochila que había traído, mi lap top. Iba avanzar algo de mi trabajo mientras estaba aquí. Era jueves y no he trabajado desde el martes, ya que el miércoles fue el accidente y no tuve tiempo ni de ir a la empresa. Mientras hacía todo el papeleo y todas mis actividades, las horas se pasaron, no me había dado cuenta que eran las nueve de la noche hasta que vi un mensaje de Austin.

[21:05]: ¿Te vas a quedar en la clínica a pasar la noche?

Rápidamente teclee:

[21:05]: Tal vez, después te mando un mensaje confirmando.

Fije de nuevo mi mirada en Harry y vi cómo se removía, se estaba despertando. Sus ojos se abrieron lentamente y los cerraba fuerte de nuevo, tratando de acostumbrarse a la luz de la habitación. Me miro y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Quería mentir y decir que la manera en como el cabello de Harry esta revuelto y despeinado pero a la vez sexy y como sus ojos me examinan mientras sonríe, no me molesta ni hace que mi corazón se acelere, pero eso estaba pasando justo en este momento.

—No hagas eso.— Murmure cruzándome de brazos un poco incómodo.

—¿Qué cosa?— su voz se escuchaba más ronca y trate de que mis mejillas no se vuelvan rojas.

—No tienes permitido mirarme así.— Miré a otro lado mientras escuchaba la risa de Harry resonar en toda la habitación.

—Lo siento si mi mirada te incomoda.— Para él era gracioso pero para mí no.

Apreté los labios y luego trate de relajarme. —Louis me dijo que hoy te dan de alta.— Cambie de tema.

—Sí, es la mejor noticia que me han dado desde que estoy aquí. ¿Trajiste la ropa?

—Sí, está en esa bolsa.— La señale. —¿Quieres cambiarte ahora?

—Si no es mucha molestia.— Se sentó lentamente en la cama para que no se maree. —¿Por mientras puedes comprar las pastillas que me han recetado? La receta está ahí.