The Proposal. {h.s}

Capítulo 10.

Estallé en carcajadas.

—¡No puedo creer que hayas hecho eso!

—¡No te estoy mintiendo, lo juro!— Él también se estaba riendo —Fue cuando estaba en la universidad, todo por una apuesta estúpida.

—¿Cuantas apuestas estúpidas hiciste cuando estabas en la universidad?— Entrecerré los ojos pero todavía mantenía una sonrisa en mi cara.

—Unas diez...—rio —realmente fueron varias veces, era un imbécil en ese tiempo.

—¿Y dime? ¿Qué se siente haber probado la orina de tu amigo por una apuesta?

—Shh...— Puso un dedo entre sus labios pero seguía riendo —Alguien te puede escuchar— Hizo una pausa —Siendo honesto contigo...fue asqueroso pero me sentí satisfecho cuando lo terminé.

—¿No fue un sorbo?

—No, fue un vaso entero

—Qué asco, Harry. — arrugue la nariz. —Por esos labios que tienes han pasado orina de tu amigo.

—Oye ¿Qué puedo decir?— Sonrió —Nadie se resiste a no probar estos labios— señaló su boca.

—Creo que vomitaré— bromee haciéndome pasar como si tuviera arcadas y luego los dos reímos. —Bien, tu turno.

—Uhm... ¿La peor cosa que ha hecho un chico en una cita contigo?

Esta vez me reí con ganas porque sabía exactamente lo que iba a decir.

—Salí con este chico en la universidad, era muy apuesto pero era deportista y él decía que su sudor era como un néctar que impregnaba de él y que tenía que ser usado ya que iba a ser muy reconocido en el futuro.— Hice comillas con mis dedos y Harry estalló en carcajadas —Con un trapo se limpiaba el sudor y lo pasaba por cada regalo que me daba en las citas.

—No jodas.— Seguía riendo —Dime que su relación terminó rápido.

—Terminó en el momento en el que vi como él exprimía el trapo en unas rosas rojas.

—Eso es tan jodido— negó con la cabeza.

—Lo sé, desde ese día odio las rosas rosas, cada vez que las veo me acuerdo de ese desastre, por eso prefiero los tulipanes.

—Es bueno saberlo.— Asintió con la cabeza. —Te toca.

—¿Por qué Ángela y tú se tomaron un tiempo?— Esa pregunta picaba en mi lengua desde que comenzamos este juego y sabía que iba a brotar de mis labios en cualquier momento.

Su risa desapareció al instante y carraspeo la garganta. Temía que ignorará la pregunta y me mande a la mierda.

—Qué tal forma de poner serio este ambiente, ah. — Trató de bromear pero no me miraba.

—Lo siento, si quieres puedes ignorar mi pregunta— era lo que menos que quería pero no lo iba a obligar a decirme algo que no quiere.

—No, tienes derecho a saber la verdad. Al final de todo, yo también se algunos de tus secretos.— Sonrió —No fue que nos tomamos un tiempo, yo terminé con ella.

—¿Por qué? Te veías tan enamorado de ella...

—Ella me engañaba— alzo los hombros —El día antes de mi desaparición en el trabajo, cuando te dije que quería pedirle matrimonio, me mandó un mensaje diciendo que quería verme urgente en su casa. Entre a su apartamento porque tengo una llave de repuesto, pero nunca me imaginé que iba a encontrarla sin su blusa y encima de Logan en el piso de su casa.