The Proposal. {h.s}

Capítulo 26.

Apenas Harry se fue de mi lado, cerré los ojos y lágrimas cayeron por mis mejillas. Solo quería irme pero tenía el leve presentimiento de que apenas de un paso, mis piernas me fallarían, tapaba mi rostro con mis manos para que nadie vea lo desastrosa que me veo ahora.

—Rose. — escuché la voz de Louis a mi lado pero no voltee no quería que él me vea así

—¿Qué pasa, Louis?— Pregunté tratando de regular mi voz.

—Hay un taxi afuera que te está esperando, dice que no contestas tu celular y sabe si quieres que todavía te lleve a tu casa.

Busque mi celular en mi bolso y me di cuenta que tenía razón. Tenía cinco llamadas perdidas del taxista y esa era la única forma de que me vaya pero necesito estar aquí hasta que la última persona se vaya y pagarles a todos los empleados que contrate.

—Si quieres yo puedo pagarle a todos— fue como si hubiera leído mis pensamientos.

—¿Lo harías?— ahí recién lo mire y al solo ver la tristeza en sus ojos me di cuenta que mi rostro debe ser una mezcla entre lágrimas y rímel corrido.

—Claro que sí, solo dime que tengo que hacer, puedes confiar en mí.

—Bien, confió en ti.— De mi bolso saque un sobre con dinero adentro, se lo di a Louis. —Adentro hay un papel con cuento dinero debe de recibir cada persona, está completo, así que no debe de haber ningún problema.

—Entiendo.— Dijo Louis y lo agarro con mucha fuerza. —Descansa, Rose.

—Eso haré.— Murmure y me paré. —Dime...¿Harry ya se fue?— escondí de nuevo mi rostro con mi cabello.

—Sí, se fue con Ángela y sus padres después de que termino de hablar contigo.— Mi cabeza se movió tan rápido hacia su rostro que creo que escuche un hueso tronar. —Sí, te vi, Selena también te vio pero le dije que no se preocupara y se fuera a su casa, también me dijo que te diga que todo estaría bien, que mañana almorzarían donde siempre comen.

—Bien, será mejor que me vaya ahora, no quiero que el taxista espere más.— Murmure tratando de formar una sonrisa en mi rostro pero era imposible.

—¿Estás bien?

No —Sí, gracias por todo, Louis.— Bese su mejilla y camine hacia la salida.

Mis piernas me temblaban y no era por el frío. Sentía como si me hubieran atropellado y estaba caminando hacia una maldita salida. Ya quería salir de aquí, el aire se atascaba en mi garganta impidiéndome y apenas pude saludar al taxista cuando entre al taxi e ignore la mirada de confusión que me dio cuando lo mire, mi rostro debe de verse horrible con todo el maquillaje corrido, solo quería llegar a mi casa y llorar. El viaje hasta mi casa fue rápido y le agradecí a Dios por eso. Le di el dinero al taxista y me despedí con la mano ya que si decía una palabra, las lágrimas inundarían todo mi rostro. Mis manos me temblaban al querer abrir la puerta y apenas se abrió, entre rápidamente y cerré la puerta de golpe pegando mi cuerpo a la puerta y deslizándome hasta el piso. No pude contenerme más y empecé a llorar, las palabras de Harry atormentaban en mi cabeza, como cuchillos en mi maldito corazón.

—Es solo un juego.

Cerré mis ojos y sollocé. Había estado pensando días en lo que le iba a decir, en cómo iba a reaccionar, tenía una leve esperanza de que él diga lo contrario pero las posibilidades de que él me rompa el corazón eran muchas.