The Proposal. {h.s}

Capítulo 21.

¿Por qué acepte?

Me preguntaba mientras veía mi reflejo en el espejo mirando mi atuendo. Una falda tubo floreada blanco y negro un top blanco dejando exponer un poco de piel en mi cintura, era de tiritas y tenía un poco de escote. Me había maquillado levemente en las mejillas con un poco de rubor, delinee mis ojos y me puse lápiz labial color rosado en mis labios. No sabía que hacerme en mi cabello, sentía que nada quedaba con mi atuendo, trate de no estresarme tanto mientras me ponía algunos pendientes y un collar que combinada todo. Debí haberle gritado cuando me dijo que había aceptado sin preguntarme. Debí haberle dicho que no quería ver a mi mamá regocijarse de mi dolor o mis sufrimientos y lo peor de todo es que debí decirle que no quería estar a su lado sintiéndome vulnerable mientras finjo ser su novia de nuevo.

El evento se hacía en las afuera de New York para la suerte de los dos. Harry vendría en cualquier momento y yo sigo parada al frente de mi espejo mirándome alguna imperfección mía que tengo que borrar. El timbre sonó y me sobresalté. Pestañeé varias veces antes de caminar a la puerta.

—Hey.— Dijo con su voz ronca de siempre.

No pude articular ninguna palabra mientras lo examinaba, llevaba unos zapatos marrones claros, un pantalón negro muy apretado, una camisa color crema con algunos botones abiertos mostrando algunos de sus tatuajes. Mis ojos se dirigieron a su rostro, limpio y sin ninguna imperfección. Sus ojos color esmeralda, sus labios rosados y en forma de corazón. Su cabello despeinado pero a la vez le quedaba perfecto.

—Pasa.— Fue lo único que dije antes de abrir más la puerta. Él entró con toda la elegancia que lo caracterizaba y se sentó en el mueble.

—Solo falta ponerme los tacones y agarrar mi bolso. Ya vuelvo.— Murmure rápido y casi corrí hacia mi habitación.

Agarre unos tacones negros que combinaban con todo mi ropa, me miré en el espejo por última vez y amarre mi cabello en un pequeño moño al final. Agarre un bolso de mano color blanco y eché un poco de perfume en mi cuello. Cerré la puerta de mi habitación llamando la atención de Harry que estaba muy concentrado mirando su celular. Volteo de inmediato y se paró poniendo sus manos en sus bolsillos ¿Acaso está nervioso? Alce una ceja y una sonrisa apareció en mis labios. Por lo menos no era la única que estaba nerviosa.

—Te ves hermosa.— Murmuro.

—Gracias.— Asentí —¿vamos?

Los dos salimos de mi departamento y subimos al auto de Harry. El recorrido era silencioso, ninguna de los dos queríamos hablar y solo dejábamos que la música de la radio oculte el silencio incómodo. No estaba feliz de lo que íbamos hacer. No quería estar a su lado y menos volver a fingir que somos felices cuando ahora ya ni puedo estar a su lado sin sentir que algo en mi cuerpo este cambiando. Me sentía malhumorada, de todo lo que esté pasando, de mi mamá por conseguir el teléfono de Harry y hacerle notar que debe aceptar la invitación de este desfile; por Harry y aceptar esta tonta invitación y a mí por estar tan molesta, si fuera en otra situación, estoy más que segura que estaría saltado de emoción y muriéndome de los nervios. Este siempre fue uno de mis sueños pero ahora no sé qué pensar.

—¿Le dijiste a Ángela que estás conmigo?— Pregunté. Vamos, no había necesidad de hablarle con respeto ahora.