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Segundo libro: El Príncipe es embajador.

Capítulo 2.


Feng Ming miró a la gente a su alrededor, quienes compartían una mirada desconcertada y estaban a la espera de la respuesta a la pregunta del oficial Xia.

—¿Cómo se supone que voy a saber?

El anciano se rió entre dientes.

—De hecho, los elementos más preciados de Xi Rei se encuentran escondidos cuidadosamente lejos del alcance de todos y apenas se mencionan. No es ninguna sorpresa que nadie haya oído hablar de sus orígenes y mucho menos de su existencia. El Oficial Xia es un amante de las cosas extrañas, y ha estudiado innumerables objetos raros. —Después de que el anciano se jactó, continuó, —Aunque se da el nombre de Wu Shuang a esta espada, en realidad es parte de un par.

»Documentos antiguos mencionan a dos hermanos que eran los antepasados del linaje real de Xi-Rei, quienes durante incontables años habían intentado derrotar a un monstruo demoníaco increíble. Cuando se estaban quedando sin opciones finalmente conjuraron un truco para derrotar a su enemigo.

En este punto el Oficial Xia cautivó la atención de todos con su historia.

—Ah, ¿sí? ¿Cuál era este plan de ataque? —El General Tong instó al narrador con pleno interés.

—Estos dos hermanos emplearon la magia, les tomó diez años para completar su hechizo, utilizando su propia sangre crearon dos espadas preciosas, las llamaron Wu Shuang y entonces lanzaron una maldición sobre las armas.

—¿Una maldición?

—Sí, una maldición fue lanzada sobre las espadas. —El Oficial Xia asintió para confirmar. —Según la leyenda, los hermanos crearon estas espadas de modo que, si bien estas espadas son dos entidades separadas, sus dueños estaban predestinados a compartir el mismo destino juntos. En caso de que uno muriera el otro compartiría la misma suerte.

Los ojos de Feng Ming estaban bien abiertos. —No puede ser que acabaron dando una de estas espadas al monstruo y luego uno de los hermanos se suicidó, matando así el monstruo con la maldición impuesta.

Los ojos del oficial Xia se iluminaron con admiración y exclamó: —la inteligencia de Su Alteza Real no deja de sorprenderme, nunca he conocido a nadie que podría ser su rival.

—¡Su Alteza es perfecto!

—El hermano mayor engañó al monstruo para tomar como suya una de las espadas, y él rápidamente se suicidó. El monstruo finalmente murió de acuerdo al plan. El hermano más joven sobrevivió y vivió para gobernar una región hasta que prosperó y esta tierra finalmente se convirtió en la base para Xi-Rei. El hermano más joven era, de hecho, el primer Rey de Xi-Rei. Las dos espadas Wu Shuang'fueron devueltas al primer rey y desde entonces se han mantenido bien escondidos dentro del Palacio Imperial fuera de la vista y el conocimiento de todos.

Con la línea de cierre de la historia, todo el mundo tenía sus ojos puestos en la espada. La chatarra ahora tenía una serie de nuevos admiradores. No parecía tan aburrida como lo había hecho hasta hace unos momentos.

Chiu Lan cruzó la línea y tembló mientras preguntaba: —Oficial Xia, ¿por qué... ¿por qué Rong Wang le entrega un artículo tan ominoso a Su Alteza Real?

Feng Ming dio a la espada mágica una larga mirada firme antes de soltar una respiración profunda, se acercó y se apoderó de la espada maldita. Él levantó la vista para examinarla con más profundidad, pasando los dedos a lo largo de la decoración y la longitud de la hoja. Con un toque de tristeza, murmuró, —Yo... voy a cuidar bien de mí mismo.

Para la alegría del Oficial Xia el Príncipe finalmente había aceptado el regalo.

El General Tong miró a Feng Ming y se inclinó de nuevo. 

—Su humilde servidor hará todo lo posible por proteger a Su Alteza, serviré a Su Alteza como Rong Wang me lo ha confiado.

Chiu Lan interrumpió: —La hora para su salida está casi aquí, Alteza.

Feng Ming asintió, Chiu Lan era ingeniosa y respondió dando un paso hacia delante para ayudar a quitarse la espada adornada que había ocupado su cinturón y sustituirla por su nueva adquisición.

Los ocupantes abandonaron la sala del príncipe en grupo, Chiu Xing estaba en la parte trasera de la procesión y ella tiró de la manga de Chiu Yue, frunciendo el ceño cuando preguntó: —Todavía no entiendo, ¿por qué Su Alteza no está enojado con Rong Wang por darle un regalo tan deplorable?

—Vamos a ponerlo de esta manera, Las espadas Wu Shuang vienen en un par, por lo que si uno está con nuestro Príncipe, ¿dónde está el otro?

—¡Oh! Lo sé, es que...

Chiu Yue rápidamente selló la boca con sus manos. Ella se rio y le devolvió la sonrisa a su amiga.

—Ahora ya lo sabes ¿verdad? Démonos prisa y sigamos. Nuestro transporte es el que está detrás del príncipe.

Así, el Príncipe heredero de Xi-Rei dejó su país en su ruta hacia Fan Jia con una procesión dirigida por el general Tong y el Oficial Xia, seguidos por un séquito grandioso de cinco mil soldados.


Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora