Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]

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Segundo Libro: El Príncipe es embajador.

Capítulo 20.

Al cabo de seis horas, el General Tong regresó ileso del campo de batalla para dar su reporte a su maestro.

—Presentación de informes al Príncipe heredero y al Rey Rong: Una vez que llegamos a el Valle Rojo sin fin, nuestros hombres recorrieron los bosques circundantes. De hecho, encontramos un ejército considerable, cerca de mil hombres dispersos en posición para una emboscada. Nuestro ejército de tres mil aniquiló al enemigo. Trescientos fueron capturados. El número de muertos del enemigo es alto, se estiman sólo cien fugitivos. Su general fue derrotado por mi espada y la cabeza fue recogida como una muestra de la batalla.

Tong hizo una indicación a un subordinado quien se movió adelante para presentar una cabeza cortada empapada en sangre.

Rong Wang estaba acostumbrado a la vista de la sangre y no se estremeció ni inmutó ante la presentación de los trofeos de sus hombres, pero, por otra parte, era la primera vez de Feng Ming viendo una cabeza humana cercenada todavía chorreando sangre fresca. No podía dejar de retorcerse incómodamente agarrando la túnica de Rong Tian.

El oficial Zhang miró la escena delante de él y pensó para sus adentros: Aunque el príncipe es muy talentoso es demasiado tímido. Es evidente que el Rey Regente está a cargo de las decisiones finales.

Debajo de la mesa, el Rey podía sentir las manos drías de Feng Ming, por lo que asintió con la cabeza al soldado de a pie frente a él, para disponer de la cabeza y no generar más molestias a su amante.

Aunque el general Tong fue enviado en lo profundo de la noche de un invierno muy frío a una batalla feroz, aún estaba emocionado, como si la adrenalina del campo de batalla no lo hubiera dejado. Mientras tanto la expresión del general Tong cambio. Él comenzó a analizar la situación.

—Curiosamente los hombres no parecían ser ladrones como decía el informe de nuestra inteligencia. Más bien, todos ellos estaban bien armados y portaban el uniforme del reino de Li. Además,  la ruta original del Príncipe no pasa por el Valle Rojo sin fin, ¿Por qué estaban allí? Si querían atacar al príncipe, ¿que los hizo pensar que mil hombres serían suficientes para derrotar a nuestro ejército de cinco mil?

El Rey miró hacia el Príncipe y se echó a reír. —En cuanto a estas preguntas, tal vez el Oficial Xia será tan amable de complacernos con las respuestas.

La voz de Rong Tian retumbó cuando él ordenó. —Traigan al Oficial Xia.

Rong Hu había manipulado eficientemente al asesor de la corte en el patio. Había capturado y atado al objetivo sin complicaciones. El anciano se quedó amordazado e indefenso en un cobertizo de madera y sólo Lie Er fue informado de la ubicación.

El General Tong estaba completamente en la oscuridad acerca de la nube de sospecha en torno a la identidad del Oficial Xia. Sin embargo, él era un hombre observador, así que extrañaba que el viejo loco hubiera desaparecido durante la noche.

Ahora, el antes oficial de la corte, uno de los hombres de mayor confianza de Xi-Rei estaba atado y siendo llevado por Lie Er a la sala de banquetes.

Las manos del anciano fueron aseguradas firmemente como un prisionero.

El general se puso rígido y su expresión se desvaneció. —Oficial Xia, ¿por qué de repente se convierte en un prisionero?

Rong Wang jugó con la pequeña copa de vino en la mano, rodándola varias veces entre sus largos dedos. Miró al anciano y sonrió.