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Tercer Libro: Prestigiosa ciudad de Bo Jia.

Capítulo 9.


Parte 1.

Feng Ming tragó un sorbo de té y lentamente al recuperar la conciencia, encontró que los muebles  a su alrededor eran completamente diferentes.

Las decoraciones eran completamente opuestas a Xi-Rei; habían muchas cortinas con flecos de color carmesí que colgaban del techo hasta tocar el suelo. El suelo estaba hecho de piedras que parecían ser de origen desconocido y en medio de la oscuridad, brillaban con un ligero toque dorado.

Rong Hu y Lie Er no estaban a su lado.

—Uhm... —Feng Ming parpadeó, aunque acababa de despertar todo su cuerpo sentía un cansancio que era incapaz de describir. Cuando se sentó, la cintura le dolía, gimió un poco y frunció el ceño.

Alguien escuchó los gemidos y una persona se acercó instantáneamente a él.

—¿Finalmente ha despertado? —Una pequeña de unos diez años apareció sobre su cabeza, tenía dos trenzas muy largas trenzadas muy pulcramente sujetas al rededor de su cabeza con clips azules profundos en las puntas y perlas negras que parecían emerger y desaparecer entre sus hebras, a primera vista se veía extremadamente sofisticada y linda.

Ella inclinó ligeramente la cabeza y miró fijamente a Feng Ming, soltó una risita: —La Tercera Princesa dijo que cuando despertaras definitivamente tendrías muchas preguntas que hacer. Sin embargo,  no debe tener prisa, vendrán aquí más tarde. —Su acento era extrañamente suave, era incluso placentero de escuchar. Sus dedos acariciaron la cara de Feng Ming. —La Tercera Princesa dijo que sus ojos son muy brillantes, muy hermosos, esperé casi dos días antes de que abriera los ojos.

Feng Ming miró confundido a su alrededor. —¿Dónde está este lugar? ¿No estamos en la residencia de la Tercera Princesa? ¿Dónde están Lie Er y Rong Hu? —Repentinamente había recordado lo sucedido antes de que cayera inconsciente; Lie Er había sospechado  y Rong Hu había sacado su espada, luego sintió la pérdida de la conciencia. Feng Ming de repente se estremeció: —¿Podría ser que la Tercera Princesa realmente puso droga en el té? ¿Por qué iba a hacer eso? Yo...

—Oh, Dios mío. —La joven cubrió la boca de Feng Ming con sus suaves manos. —Dije que tendrías que esperar hasta que volvieran para hacer las preguntas, ¿no me oíste?

Feng Ming se calló y miró a su al rededor con sospecha.

Ese día, cuando conoció a la tercera princesa y al Rey de Fan Jia, hizo que Lie Er y el General Tong esperaran afuera. Cuando fue secuestrado anteriormente al menos conocía a Miao Guang, y en otras situaciones Lie Er, y el grupo de Chiu Lian nunca se separaron de él, de no ser así, Rong Tian siempre estaba a su lado también. En este momento, cuando de repente se despertó y se encontró en un lugar extraño, sin ningún rostro familiar, su corazón sintió malestar e inseguridad y el miedo ardió en su interior.

Si hubiera sabido que el Rey Li envió a un mensajero en secreto para discutir con la Tercera princesa su captura, sin duda estaría más asustado en ese momento.

La niña vio que Feng Ming ya no hacía preguntas por lo que se sentó cómodamente a la orilla de la cama, mirando constantemente como si evaluara a Feng Ming, como cualquier niño, lo vio como un juguete nuevo que comenzó a tocar aquí y allá. En este punto se parecía un poco como la Princesa Miao Guang. Feng Ming vio que la niña sólo tenía curiosidad, por lo que él que no se molestó en evitar que  le jalara las mangas y le tocase las orejas.

Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora