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Primer libro: Regreso al Pasado.

Capítulo 10.


Rong Tian mantuvo su promesa, al día siguiente salió con Feng Ming y lo llevó a montar a caballo.

Feng Ming vio a Bai Yun y empezó a bailar de alegría, después de unas vueltas al lado de Rong Tian, comenzó a aprender poco a poco las técnicas de equitación y, nuevamente insistió al Rey regente sobre permitirle montar a él solo.

—No, usted todavía no ha aprendido lo suficiente, ¿Cómo podría dejarte montar a Bai Yun solo?

—¿Oh? ¿Anoche quién dijo que estoy lleno de sabiduría, valentía, que estoy muy bien informado, y que soy talentoso? —Dijo Feng Ming mientras miraba a los ojos de Rong Tian.

—Fue para hacerte feliz. Tú eres el príncipe heredero, ¿Cómo puedes creer tan fácilmente en la adulación de las personas?

—¡Me has engañado otra vez! —Feng Ming gritó en voz alta, resentido se giró bruscamente cerrando más el espacio entre él y el Rey regente. Al quedar uno tan cerca del otro en la intimidad de su proximidad y siendo alentado por el roce y los movimientos de Feng Ming, el cuerpo del rey regente respondió inmediatamente. Momentos más tarde, Feng Ming sintió algo abajo, algo duro y caliente, una longitud que se empujaba contra él. Feng Ming se convirtió en piedra mientras el color abandonaba su rostro, no se atrevió a hacer el más mínimo movimiento.

—Yo te dije que no te agitaras. —El pecho del rey regente palpitaba, mientras el fuego de su lujuria quemaba a través de sus ojos, mirando a Feng Ming fijamente.

Los sirvientes que observaban desde la distancia no sabían lo que sucedía. Feng Ming sentía el caliente cuerpo del rey regente como si hubiera llamas en él. Todo lo que Feng Ming podía recordar, eran titulares de periódicos que hablaban sobre violaciones violentas, se sentía adormecido, —Voy a ser muy bueno y desmontar el caballo, ¿Puedes esperar un poco hasta que te sientas mejor y desmontar también, ¿Está bien?

Rong Tian había estado resistiendo por mucho tiempo el trató duro de Feng Ming, además su entrepierna estaba en alto y era notable a simple vista, sería fácil ser visto por sus sirvientes y, entonces, perdería su integridad.

Rong Tian no tenía ninguna intención de negociar con Feng Ming, mostrando una mirada intensa que causó que Feng Ming se asustara más.

—¿Qué quieres que haga? Fue tu culpa debido a tus licenciosos pensamientos. —Feng Ming fulminó con la mirada al rey regente, —Te lo advierto, yo ahora soy conocido como el Príncipe sabio apreciado por la corona, usted no puede tocar ni uno de mis cabellos. Después de los eventos de ayer, usted no se atrevería. —Feng Ming utilizó lo sucedido recientemente como moneda de cambio, completamente inconsciente de que su mirada tenía el efecto contrario; era erótica y había atrapado a Rong Tian, lo que inmediatamente se vio reflejado en la excitación de la parte inferior de su cuerpo.

Aunque el rey regente sabía que podía satisfacer sus necesidades fácilmente y que sólo necesitaba tirar a Feng Ming sobre la hierba, no quería que sus asistentes pasaran por un momento bochornoso.

—¿Qué quieres que haga?

—Por supuesto quiero tu ayuda para neutralizar mi deseo.

Ambos estaban intentando bajar el volumen de su voz. La mano de Feng Ming fue audazmente enviada y puesta de mala gana entre las ropas del rey regente, cubriendo el miembro y la excitación verticalmente. Inmediatamente comprendió lo que Rong Tian le pedía que hiciera, con la cara roja dijo, —¡Pervertido!

Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora