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Segundo libro: El Príncipe es embajador.

Capítulo 3.



PAÍS DE YONG YI

Durante el viaje diplomático del Príncipe, un sin número de funcionarios que rigen diversas regiones de Xi-Rei siempre, naturalmente, hacían su reverencia con su mayor hospitalidad. Su viaje fue acompañado por la música y la fiesta dándole la bienvenida a lo largo del camino, hasta que la comitiva finalmente hizo su camino a las afueras de Xi-Rei en el séptimo día.

Sin embargo, para llegar a su destino final, Feng Ming y sus criados tendrían que cruzar un país llamado Yong Yi.

Yong Yi era un país situado alrededor del río del mismo nombre con montañas y laderas escarpadas que bordeaba a Xi-Rei, Fan Jia y Tong.

En esta era con el gran número de países repartidos por todo el país, las caravanas de viaje de embajadores en los caminos eran un evento común, por lo tanto, Yong Yi era un gran portal de tránsito con un flujo regular de funcionarios importantes.

Una vez que el grupo de Feng Ming llegó a la frontera entre los dos países, tuvo que esperar a que la correspondiente junta oficial autorizara su paso a través del territorio de Yong Yi. Descansaron durante todo el el día, Cuando cayó la noche, Zhang Qian, el funcionario local a cargo de la zona, dio la bienvenida al Príncipe extranjero había entrado personalmente a saludar a los invitados importantes y dio la bienvenida a los viajeros cansados con un banquete extravagante preparado especialmente para adaptarse a la condición del príncipe.

Durante la fiesta, la multitud estaba de muy buen humor y frecuentes discursos halagadores se ofrecieron al príncipe. El General Tong cumpliendo estrictamente con su deber, protegía al príncipe mientras este se divertía. El hombre grande se negó a tomar cualquier tipo de alcohol que se le ofreciera, prefiriendo permanecer en guardia con una mano descansada sobre la empuñadura de su espada lista para servir su propósito si era necesario. Al contrario de su galantería, el oficial Xia amaba el licor y tenía una gran capacidad para soportar la bebida, incluso después de su centésimo trago parecía completamente desprovisto de cualquier signo de intoxicación.

Por toda la región se conocía acerca del gran apetito del príncipe An He y su gusto por los buenos vinos, sin embargo, al contrario de An He, Feng Ming no tenía tal capacidad por lo que fue víctima rápidamente de los efectos del alcohol. Feng Ming no podía fallar en su disfraz por lo que se vio obligado a recibir innumerables e interminables tazas de alcohol fuerte que le servían durante toda la noche.

En realidad, Feng Ming nunca había consumido alcohol en su vida anterior, y su encuentro inicial con el alcohol fue cuando se despertó en Xi-Rei. No era de extrañar que después de unas copas de vino se conociera su mínima tolerancia al alcohol, apenas si podía permanecer en posición vertical y su sentido de la orientación salió por la puerta trasera.

No era consciente de nada de lo que sucedía en torno a él, apenas podía escuchar la música a todo volumen en el gran salón y las masas de bailarines que hacían sus giros desenfocando aún más su cabeza.





Temprano en la mañana siguiente, tuvo que reflexionar sobre las consecuencias hostiles del alcohol, y el golpeteo en su cabeza que martillaba debido a la fuerte resaca.

La cabeza de Feng Ming estaba a punto de reventar, mientras luchaba por abrir los ojos soñolientos, fue un reto para él recuperar la sobriedad en medio del dolor de cabeza. Incluso su visión se mantuvo ligeramente borrosa.

Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora