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Primer libro: Regreso al Pasado.

Capítulo 12.


Al día siguiente el sol acababa de salir, Feng Ming había abierto los ojos. Momentos más tarde, recordó la noche anterior, no pudo evitar que su rostro se tornara rojo remolacha hasta sus oídos. Había pensado durante mucho tiempo qué haría, cómo encararía al hombre que dormía a su lado. Finalmente decidió que no había otra opción más que dar la vuelta y saludarlo con una sonrisa en su rostro, sin embargo, apenas se dio la vuelta, no detectó rastro de Rong Tian a su lado, estaba seguro de que el rey regente había dormido toda la noche a su lado mientras lo abrazaba, sin embargo, ¿Dónde estaba ahora? Instantáneamente una sensación de depresión surgió en su corazón, era difícil de describir.

Feng Ming se incorporó de la cama, descontento miró en la dirección donde Rong Tian había dormido la noche anterior. La manta todavía estaba caliente mostrando las formas vagas de la persona que había estado allí y quien se había ido a toda prisa antes del amanecer.

Chiu Lan estaba esperando a que Feng Ming despertara, al escuchar movimientos dentro de la habitación entró inmediatamente para ayudarlo a vestirse.

—Chiu Lan...

—Príncipe heredero, ¿hay algo que usted necesite?

Feng Ming inclinó la cabeza para reflexionar y luego negó con la cabeza, dijo: —Nada. 

Tal vez Rong Tian sólo había tenido vergüenza demostrar su cara así que al amanecer salió corriendo.

Imágenes de Rong Tian de la noche anterior cruzaron por su mente causando que su estómago se sacudiera, aunque probablemente era más por el hambre. Por suerte Chiu Lan estaba muy cerca lista para servir su comida.

Hace unos días, Rong Tian lo visitaba muy temprano en la mañana y se quedaba a comer con él, trayendo muchas historias para contarle. En esos momentos a su lado, Feng Ming sintió que el Rey regente era una molestia, pero ahora sin él ahí, empezaba a extrañarlo mucho.

Después de esperar por 4 horas, Feng Ming no pudo esperar más, se puso de pie e inmediatamente corrió hacia la puerta como de costumbre, aunque cada vez los guardias le traerían al interior de la puerta, de todos modos, sólo pensaría en esto como un buen ejercicio para el cuerpo mientras mataba el tiempo.

Como era de esperar, tan pronto salía era inmediatamente atrapado por un guardia, sin embargo, esta vez no fue un guardia quien lo atrapó y trajo de vuelta, era el mismo Rong Tian quien lo había hecho. Rong Tian lo trajo del cuello y lo sentó en la mesa junto a él, luego llamó a Chiu Lan y le ordenó traer algunos platos para el desayuno, así como también acompañamientos y bebidas.

Feng Ming miró a Rong Tian; al ver que no había ningún cambio en la expresión del hombre como resultado de las actividades de la noche anterior, se sintió más relajado.

—¿Has desayunado ya?

Rong Tian tomó los palillos los puso en su boca y masticó lentamente, asintiendo a Feng Ming.

Feng Ming Preguntó:  —¿A dónde fuiste tan temprano en la mañana?

De repente Rong Tian sonrió, con los ojos fijos en Feng Ming.

Una vez más, Feng Ming se ruborizó diciendo: —No pienses que me preocupo por ti.

—Entonces ¿Por qué te ruborizas tan fácilmente por algo como eso? —Rong Tian tiró de Feng Ming agarrándolo de la cintura y lo atrajo hacia él. —Ven aquí.

Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora