}13- La cereza del bate {

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Era plena noche, sus amigos y Félix se habían ido hacia un par de horas, y ya se encontraba recostado en la cama, apunto de dormirse. Se le hacía raro dormir sin Félix, ya estaba acostumbrado, por lo que simplemente se abrazó al cojín que le pertenecía al rubio.

Olía a él, cosa que le hizo sonreír.

No es que no quisiera admitirlo, pero aún no estaba preparado. Pero si, estaba enamorado de Félix. De su forma de ser, sus risas exageradas, como su nariz se ponía roja y se arrugaba de forma tierna. Como jugaba con sus dedos con nerviosismo, como se abrazaba él por las mañanas, su voz ronca al despertar, su cabello revuelto. Amaba todo de él, y quería protegerlo de cualquier daño, pero tenía miedo.

Miedo de que algo le pasara al rubio. Despertaba cada día con esa espinita de miedo clavada en su pecho. Sabía que con Jisung estaría a salvo, por lo que no tenía porque preocuparse. Además, Félix pasaría tiempo con un amigo y podría ser un adolescente normal como tanto había soñado. Era una persona demasiado pura.

Estaba tan metido en sus pensamientos, que no se dio cuanta de cuando unos golpes se escucharon en la puerta de entrada. Frunció el ceño, extrañado, ya que era casi la una de la mañana.

Se deshizo de las sábanas sin mucha rapidez, y con los pies descalzos, se dirigió hacia la puerta. Revolvió un poco su pelo, e intrigado, abrió la puerta. Error.

De un momento a otro, sintió un fuerte golpe en la frente, haciéndole caer al suelo y pocos segundos después, desmayarse.

En la puerta, un chico de cabello rojo cereza, con un bate de béisbol en la mano, suspiro. ¿Porque tenía que encargarse el del trabajo sucio? Siempre pasaba los mismo. "Oigan, hay trabajo", y a los pocos segundos, solo quedaba el en la sala. Para la siguiente, se quejaría.

Dejó el bate a un lado, y entró en la casa, cerrando la puerta. Agarró al peli negro inconsciente en el suelo por los pies, y lo arrastró hasta el sofá. Seco el sudor de su frente y suspiro.

Enseguida, su movil sonó, viendo el nombre "Hongjoong", en la pantalla. Atendió la llamada.- ¿Si, que pasa?- pregunto Seonghwa, ya algo cansado.

Hongjoong al otro lado bufo.- ¿Ya hiciste tu parte?- pregunto.

Suspiro.- Si, el adolescente ya está inconsciente. No hay nadie más en la casa, el rubito no está aquí.- dijo con enojo.- Todo esto, para nada.- se quejó.

- Cállate, todos sabemos que no iba a estar ahí.- lo regaño el otro.- Ya sabes que intenciones tenía el jefe. Tráete al chico a la furgoneta, Yeosang ya tiene las drogas preparadas. Tenemos que seguir con el plan.- le dijo. Park asintió, colgando.

Cargo a Hyunjin en su hombro, que a su parecer pesaba demasiado poco, y salió del departamento hasta llegar a bajo. Agradeció no encontrase con vecinos a esas horas y que el edificio no tuviera cámaras. Frente a él, se encontraba la furgoneta y Hongjoong indicándole que se diera prisa.

Se acercó a la parte de atrás del vehículo y abrió las puertas, dejando al chico sobre la camilla cochambrosa que tenían. Yeosang se dio prisa en pincharle el líquido, guardando todo con rapidez. Hong arranco el vehículo, dirigiéndose hacia la zona de viejas fábricas.

Suspiro, acercando hacia Yeo, para propinarle un beso empalagoso en los labios. Este último sonrió, acurrucándose en sus brazos. Kim los miraba a través del retrovisor.

- Hay que decir, que el chico es guapo..- murmuró Kang, con una sonrisa de lado.- Siempre tenemos que matar a los guapos...

- Sabes que no lo mataremos, de momento.- hablo Kim al volante.- Les vuelvo a recordar lo que me dijo Yonjung, primero lo llevaremos a la fábrica y lo ataremos a una silla. Cuando despierte, le torturaremos frente a una cámara, y mandaremos el vídeo a la dirección de correo que nos dijo el jefe. El resto del plan está pan chupado, su hijo como idiota, vendrá a los brazos de su padre para que su amigo no sufra más. Una vez tengamos a Yongbok, mataremos a su amigo y al hackear. Fin.- dijo alegre.- És fácil.

Ambos chicos atrás asintieron.

- Aún me parece raro que Yonjung se preocupe por recuperar a su "hijo". Podría buscarse una puta mejor.- dijo Seonghwa, hastiado.

- No lo se, puede que solo sea un fetiche..- murmuró Hong.- Ademas, con tal de que me pague, me vale madres lo que haga con el.- bufo.

- En cierta parte me da lastima el pobre Yongbok..- murmuró Wooyoung, allí presente, recién levantado de la siesta, justo al lado de Hongjoong.- El chico se a pasado más de la mitad de su vida encerrando en el sótano de su casa, sin comer, sin apenas bañarse, aislado del cualquier contacto y encima siendo violado por su padre adoptivo..- dijo con asco.- Ese carbón se merece el infierno.

- Ese carbón, te paga para que puedas comer.- murmuró Kim.- A mi tampoco me gusta, ni un poco, pero con ese dinero, puedo mantener a nuestro hijo..- le dijo, al peli blanco.

Wooyoung sonrió de lado. Ellos no eran matrimonio y mucho menos pareja, pero Hong había tenido un hijo con su antigua esposa, la cual había sido asesinaba, y Wooyoung había perdido al amor de su vida en un accidente, siendo Hongjoong y su pequeño hijo, Jongho, su único consuelo. Jong era como un hijo para el, y lucharía hasta el final para que el niño tuviera una buena vida.

La furgoneta fue aparcada frente a una fábrica vieja. Hongjoong miró a Seonghwa.- La Cereza del bate, carga al chico hasta dentro.

Park rechistó por el apodo, pero le hizo caso. Cargo con Hyunjin hasta dentro, donde Lee Yonjung esperaba, con una sonrisa cínica y siniestra. Todo el almacén estaba casi a oscuras, de no ser por un foco, y justo en medio, había una silla.

Sentaron al peli negro en la silla, y lo ataron de pies y manos. El hombre alto los miró.- Buen trabajo, vigilarlo hasta que despierte, luego empezaremos con la fiesta.- indicó.

Todos asintieron.

🖤

Hoy hace un año que conoci a mi novia :")
Que tengan lindo día :D

Sótano // hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora