4

4.4K 220 3
                                    

Algo tocaba mi cara, sentía una presión en mi mejilla que me hizo arrugar el entrecejo, abriendo un ojo para encontrarme con una miniatura de Eda tocando mi mejilla con su dedo.

—¡Buenos días!— me dijo sonriendo, podría acostumbrarme a despertar así.

—Buenos días bebita— le conteste estirandome con una sonrisa en la cara.

—Mamá ya preparo el desayuno, te esperamos— me avisó contenta, mientras se bajaba de la cama y se iba por la puerta dejándome solo en la habitación.

Pensar en cuantos desayunos me perdí con ellas solo hacia que me doliera más, así que tratando de olvidar todo eso me puse de pie para buscar el baño.
Eda tenía un baño privado en su cuarto así que lave mi rostro y mirandome en el espejo me pregunté si no era un sueño, si de verdad había pasado. Hasta mi rostro serio hoy se veía muy distinto del de hace 2 días.

Mi camisa estaba hecha un asco pero no me importaba y así salí al pasillo para después llegar al comedor donde Eda estaba sentada con nuestra hija en su regazo.

—Buenos días, es un poco tarde pero yo también me quedé dormida— me dijo disculpándose mientras yo me sentaba.

—No hay problema Eda, en lo que menos estoy pensando ahora es en trabajo— respondi mirando a Azize.

—¿Creen que pueda ir a trabajar con ustedes hoy también?— pregunto entusiasmada Azize mientras su madre y yo nos mirábamos.

—Bebé acordamos que hoy si te quedarías con la tía Ayfer, no quieres ir a ayudarla a ella con las flores— le propuso Eda mientras nuestra hija fruncia el ceño pensando, se notaba que estaba en una disyuntiva muy importante pero después clavó los ojos en su madre.

—Esta bien mami. ¿Pero voy a ver a Serkan de nuevo no?— pregunto haciendo que mi corazón se encoja.

—Por supuesto que si mi vida— le dije contestando por Eda.

—¿Podemos almorzar juntos entonces?— pregunto.

—Pues... si tu papá te puede llevar a almorzar mi vida por supuesto ve— le respondió Eda mientras nosotros nos poníamos serios.

—¿Tu no vienes con nosotros?— le pregunte, no me gustaba eso. Yo quería que ambas fueran.

—Si mami ven con nosotros— le pidió Azize mirándola fijamente.

—Tu papá aun no te contesta— dijo evadiendo el tema.

—Si eso quiere mi hadita la llevare a almorzar— dije sonriendole.

—Ven mami— repitió Azize.

—Ya veremos, ahora termina de desayunar y vamos a cambiarte si— le respondió.

Desayunamos los tres, situación que hasta ahora me parecía una ilusión. Ni en mis más locos sueños tuve uno así, y jamás imagine que al volver a ver a mi hada también me encontraría con nuestra hija.
Terminando de comer Eda y Azize fueron al cuarto de esta última para que se cambiará de ropa. Eda se fue a su cuarto después a cambiarse ella, mientras yo era solo un expectador como si aun estuviera en estado de shock.

Cuando terminaron de prepararse los tres salimos de la casa, Azize me dio un beso en la mejilla y yo la abrace a mi para despedirme para después verla partir con su mamá hacia lo de Ayfer.

Al llegar a Art Life todos me miraron raro por llegar tan tarde, pero eso no me importaba.
Apenas había entrado a mi oficina cuando Engin aparecio cerrando las puertas.

—¿Donde estabas?— me preguntó haciendo que sonría.

—¿Ahora eres mi madre?— le conteste con gracia.

NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora