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Por suerte a mis dos chicas les había encantado la casa, ambas estaban muy contentas y más cuando vieron el jardín que era una de las cosas que priorice al mirar las casas que quería comprar. Era un jardín hermoso pero era como una hoja en blanco, así que ambas estaban felices comentando que tipo de flores y plantas les gustaría plantar.

Después de que ellas miraran todo, Eda acepto que pasemos nuestros días en Italia viviendo como una familia aquí, los tres juntos así que decidimos volver al apartamento de Eda para buscar ropa, y cosas importantes que debían llevar a nuestra casa.
La felicidad me desbordaba, si Eda aceptaba esto quería decir que podría aceptar que vivamos juntos, como familia también en Estambul y eso me hacía mucha ilusión.

Ya acomodados en nuestra casa era todo perfecto, como si siempre hubiéramos vivido juntos. Como si nunca me hubiera perdido esos 5 años con ellas, vivir con ellas y verlas en su dinámica cotidiana e incluyéndome era lo más hermoso que podía vivir.
Mi madre estaba más que contenta cuando le di la noticia, al igual que Engin y Piril que hacían videollamadas con nosotros para que Azize y Kartal hablaran.
Azize quiso mostrarme todos los lugares que ella y Eda visitaron así que nos tomamos dos días completos solo para recorrer Italia y recordar el momento de madre e hija. 

Eda también se dedico mucho a trabajar, íbamos a la oficina y ella se la pasaba de escritorio en escritorio ayudando a sus colegas, era amable pero firme.

-Te dije que me encanta verte de jefa- le dije una noche en nuestro cuarto.

-Eso porque no sabes cuanto me costo cuando apenas empezaba- me dijo acariciando mis hombros.

-Eres mejor que yo- le dije viéndola sonreír.

-Tu eres un gran jefe, siempre lo fuiste solo que querías aparentar otra cosa- dijo besando mi cuello haciéndome suspirar.

-Tu eres mejor te lo aseguro- le dije dejándome hacer por sus caricias.

-Claro que no- me contesto divertida.

-Nuestra bebé duerme?- pregunte abriendo los ojos para verla.

-Si, se quedo completamente dormida. Le encanta ir a la oficina pero se cansa como ninguna yendo y viniendo- me dijo sonriendo.

-Te dije lo mucho que te admiro como madre?- le pregunte serio notando como su sonrisa cesaba un poco.

-Serkan, no hace falta que hablemos de eso. Ya lo hablamos antes- me dijo pasando su mano por mi barba.

-Es que no quiero que hablemos del tiempo que estuvimos separados, sino de lo buena madre que eres con nuestra hija. Eda el vínculo que tu y ella tienen es, tan hermoso y único y verlas juntas, ver como se entienden, ver como le enseñaste y aun le enseñas a que sea igual de fuerte y motivada que tu es de las cosas más preciosas que puedo ver- le dije pasando mis manos por sus muslos.

-Tu eres un gran padre también Serkan, ella te amo desde el inicio y verte con ella es de las cosas más hermosas que podía ver. Sin mencionar de todas las veces que soñé verte con ella Serkan, todas las veces que me imagine verla en tus brazos- me dijo con los ojos brillos haciendo que mi corazón se encoja un poco al escucharla.

-Ella lo hace muy fácil para mi, es preciosa igual que su madre- le dije logrando que ría.

-Debes estar bromeando si no has visto lo parecida que es a ti tu hija- me dijo haciéndome sonreír.

-Es una mezcla muy buena- le dije.

-Cierto, lo hicimos bien- me dijo riendo.

-Tan bien... que deberíamos hacer otro- le dije subiendo y bajando mis cejas mientras ella abría sus ojos impresionada.

-Serkan Bolat voy a hacer de cuenta que no estas hablando enserio- me dijo pasando saliva.

-Estoy hablando muy enserio, creo que Azize necesita de un compañero. Tu no?- le pregunte inocente.

-Creo que le gusta ser la única consentida- me dijo mientras se entretenía pasando sus manos por mi cabello sin querer mirarme a los ojos.

-Eso dice ahora, pero yo creo que sería una muy buena hermana mayor. Pero claro que no tiene que ser tan mayor por lo que creo... tendríamos que darle un hermano lo antes posible- le dije atrayendola hacia mi.

-Serkan eso no va a pasar- me dijo segura.

-Eso dices ahora, pero mira... ya paso y la evidencia duerme en el otro cuarto- le dije riendo.

-Pero tienes razón aun no, primero nos vamos a mudarnos juntos, nos vamos a casar y después si pensamos en un hermano o hermana para Azize- le dije besando su cuello.

-Deja de jugar- me dijo mirándome a los ojos.

-Quien te dijo que estoy jugando mi amor?- le pregunte levantando una de mis cejas.

Mañana volveríamos a Estambul así que estábamos preparando todo, justo antes de irnos Eda llamo a Halime ella se iba a hacer cargo de nuestra casa. Eda me la presentó y debo admitir que medio tranquilidad al conocerla, desde lejos se veía lo mucho que quería a mis hadas, era agradable y calida incluso podría decir que se parecía a Seyfi cuando hacía comentarios fuera de lugar.

Eda también arreglo con Kerem para que el se vaya a trabajar con ella en Estambul, después de todo Eda si requería de un asistente llevando nuestra oficina y la suya aquí en Italia.
El chico acepto gustoso, ya que su familia estaba allá y podía seguir su carrera de ingeniero desde allá tambien.

Pasamos nuestro último día visitando a Semiam en su casa, paseando por la tarde y por la noche Azize sacó su telescopio y los tres miramos las estrellas desde nuestro jardin antes de irnos a la cama.
Esta noche si dormí rodeado de mis hadas, una a cada lado abrazándome. Me sentía dichoso de poder estar allí con ellas, la paz que ambas me transmitían era algo único al igual que esa sensación de hogar.

Por la mañana temprano ya nos esperaba el piloto para devolvernos a nuestro país, así que reunimos todas nuestras cosas, nos despedimos de nuestra casa y partimos hacia el aeropuerto. Mientras mi cabeza pensaba en como proponerle a Eda el irnos a vivir juntos también en Estambul, sin mencionar que ya estaba pensando en como hacer para pedirle que ahora si, y para siempre sea mi esposa.

Mis chicas se durmieron minutos después de que el avión tomó vuelo, así que yo me entretuve poniéndome al día con lo que había pasado en estas semanas en Art Life, mirando de vez en cuando el cuadro más hermoso que mis ojos habían visto, dos bellas hadas abrazadas cayendo en los brazos de Morfeo.

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