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Eda aún no había abierto los ojos, y se dejó hacer con mis pequeñas caricias en su mano.

-La verdad es que no pensé en esto cuando volví a Estambul, no pensé como la exponia- me dijo abriendo sus preciosos ojos lentamente.

-Creeme que yo tampoco quiero esto, pero ella no lo sufrirá Eda. Jamás permitiria eso- le dije atreviéndome a acariciar su mejilla muy despacio. 

-Tienes razón ella no tiene porque sufrirlo, además todo saldrá como dijimos- dijo sonriendo un poco para después enderezarse mientras mi mano caia.

-Si estas más tranquila entonces, trabajamos y después almorzamos con nuestra hija- le dije viendo como me sonreía abiertamente.

-Bien Serkan- me contesto.

Media hora después escuchamos una pequeña risa en las puertas de la oficina.

-Ya terminaron?- pregunto una vocecita dulce.

-Si princesa, ven- le llame para que se sentará  en mi regazo.

-En donde quieres comer hoy?- le pregunte.

-No se- dijo levantando sus hombros.

Pensaba seguir hablando pero el teléfono de Eda empezó a sonar cortando nuestra conversación.

-Señora Aydan- saludo mirándome.

-Si ya encontramos solución a eso, espero que todo se calme... esta aquí con nosotros, bueno si quiere le pregunto le parece si la llamo en unos minutos... bien hasta luego- dijo cortando la llamada.

-Te gustaría ir a almorzar con tu abuela??- le pregunto a nuestra hija.

-Sii! Y con Sirius- dijo emocionada levantándose de su lugar.

-Bien vamos entonces con la señora Aydan- dije poniéndome de pie.

Apenas llegamos fuimos recibidos por mi madre, Sirius y Seyfi. Los tres nos esperaban en la entrada, Azize saludo primero a todos y después Eda quedando yo a lo último.
Todos fuimos hacia el jardín donde íbamos a comer pero rápido Seyfi convenció a mi hija de que lo ayude a terminar la comida y ella acepto gustosa.

-Hoy cuando Seyfi me dijo la cantidad de noticias que salieron sobre ustedes me preocupe, ni siquiera me acorde de eso antes- dijo mi madre.

-Ni nosotros mamá,  lo habíamos olvidado completamente-

-Y como lo van a resolver entonces- pregunto.

-Lo único que vamos a hacer es dar una declaración por escrito de que Azize es nuestra hija, es lo que quieren saber. Y el resto de nuestra relación es tema privado- dije serio.

-Si... es cierto que es privado hijo pero ustedes son conocidos en la sociedad van a buscar más información- dijo mi madre frunciendo su ceño.

-Tambien tomamos una pequeña ventaja sobre eso- dijo Eda mirándome.

-Como?-

-Ahora Azize es Azize Yildiz Bolat mamá- le dije sonriendo orgulloso.

-Que? Enserió?? Cuando lo hicieron- pregunto intercalando su mirada en mi y en Eda.

-Esta mañana nos encargamos de eso- le contesto Eda.

-A eso te referías- inquirió mirándome, y yo solo asentí en respuesta.

-Suena perfecto- dijo sonriendo al fin.

-Si, así es- dije yo mirando a Eda.

Después de charlar un poco más, llegaron Azize y Seyfi empezando a traer las cosas. Y aunque Eda también se ofreció a ayudar Seyfi se negó rotundamente.
Cuando nos sentamos a comer todos juntos, Azize recordó lo de su nuevo apellido y le contó entusiasmada a mi madre que ahora tenía el apellido de su mamá y de su papá, la cara de felicidad de mi madre lo decía todo.

-Y tu también eres Bolat no?- le pregunto a mi madre.

-Asi es mi hermosa también soy Bolat- dijo tocando su mejilla.

-Y no tengo un abuelo?- pregunto dejándonos a todos de piedra, yo mire enseguida a Eda y ella parecía estar procesandolo. Mi madre estaba en estado de shock al igual que Seyfi, y yo no sabía bien que decir.
Esto me traía recuerdos, de cuando mi mamá me advirtió de momentos así de complicados en el futuro.

-Por supuesto que tienes un abuelo, pero el no está aqui- dijo Eda haciendo que nuestra hija la mire.

-Esta en el cielo como el abuelo Mustafa y la abuela?- pregunto nuestra pequeña, pero Eda negó sonriendo.

-No, tu abuelo está vivo pero no vive aquí en Estambul mi amor- le explico con calma.

-Y donde esta??- pregunto interesada.

-Yo no lo sé bebé pero si que lo tienes, Alpekin así se llama- le dijo echándole una mirada a mi madre. Entendía que nuestra hija tenía derecho a saber, pero el hecho de que hable de sus abuelos maternos que murieron a consecuencia de fallas graves de parte de varias personas y entre esas estaba mi padre me hacia sentir furioso pero también avergonzado de los errores ajenos.

-Alpekin- repitió nuestra hija para después cambiar de tema, por suerte no se puso de curiosa a preguntar muchas cosas porque de verdad no sabría que decir.

Luego de ese tenso momento el almuerzo siguió su curso, cambiamos de tema y cuando terminamos mi madre empezó a levantarse junto con Seyfi.

-Mi hermosa, que dices si vamos a ver a los caballos- le dijo a mi hadita extendiendo su mano.

-Siii, vamos Sirius- dijo ella agarrando con su manito a mi madre, quien nos dio una última mirada antes de guiarla a las caballerizas dejándonos a Eda y a mi solos.

-Gracias- le dije mirando sus ojos.

-No fue nada, después de todo Alpekin si es su abuelo- me dijo sonriendo un poco.

-Si, pero es un tema delicado para nosotros- dije agachando la mirada.

-Si...- me dijo despacio.

-Que pasara cuando le contemos toda la verdad Eda, cuando ella sepa lo que hizo su abuelo?- le pregunte de verdad angustiado.

-Nada va a pasar, además aunque en un principio me enoje con tu padre la verdad es que su único delito fue la ambición y la poca responsabilidad en aquel entonces. Pero Serkan el no mató a mis padres- me dijo tomando mi rostro entre sus manos, mientras yo cerraba los ojos con gusto por sentirla.

-Lo haces todo tan fácil, cuando lo pregunto yo me quedé tan impresionado que ni pude pensar en una respuesta- dije ahora si, mirándola otra vez.

-Creeme que me costo reaccionar a mi también, pero ella no tiene idea de lo que tu y yo pasamos y para su edad es mejor que sea así. Ya más adelante le vamos a contar todo lo que tuvimos que pasar para que ella viniera- me dijo sonriendo, y era tan cierto tantas cosas nos pasaron.

-Perdoname... por todo mi hada, perdóname por todo lo que tuviste que pasar por mi culpa- le dije poniendo mis manos encima de las suyas.

-Ya no importa Serkan- me contesto.

-Claro que importa Eda, desde que llegaste con Azize. Desde que volviste a entrar a mi vida que no dejo de pensar en esa discusión y cada una de las palabras que te dije hoy son como puñales para mi- le dije sincero.

-Se los sentimientos de culpa que tienes Serkan Bolat, pero no tendrías porque lo pasaría de nuevo. Pasaría todo eso de nuevo si al final me das el mejor regalo que alguien me pudo dar... y eso es nuestra hija- me dijo sonriéndome.
Saque sus manos de mi rostro y las lleve a mi boca para dejar un pequeño beso en cada dorso.

-Sabes... cuando supe que te ibas a Italia fue como un deja vu para mi, porque ahí note que te perdía. No lo había notado cuando discutimos, o cuando te vi salir por la puerta de mi departamento sino en el momento en el que me enteré que te subias a un avión para alejarte miles de kilómetros de mi, ahí me di cuenta de que te perdía y ahora me arrepiento cada segundo de cada día el haberte dejado mi amor- le dije mientras veía a sus ojos llenarse de lagrimas.

-Es gracioso, cuando me decidí a irme estaba firme en mi decisión... pero aún así había una parte de mi, una muy en el fondo que esperaba con ansias a que llegues a buscarme como las anteriores veces. Pero no llegaste, y ahí entendí que nuestro tiempo había pasado- me dijo tratando de sonreír.

NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora