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No podía creer que estuviera nervioso, unos minutos antes de salir de casa le había mandado a Eda un mensaje avisando que en minutos pasaba a buscarla pero ella nunca me contestó. Aún así aquí estoy frente a su puerta, nervioso como si fuera nuestra primera cita.

-Hola- me dijo abriendo la puerta, dejándome embelesado. Simple y hermosa, con un vestido de mangas largas negro, ajustado y unos zapatos de mismo color. Como siempre con un sutil maquillaje y su hermoso cabello suelto.

-Serkan?- me pregunto cuando no le devolví el saludo.

-Estas hermosa- le dije, ni siquiera había entrado al apartamento, estábamos hablando en la puerta.

-Gracias, tu contacto lo eligio- dijo sonriendo un poco.

-Y supongo que mi contacto no está aqui- pregunte.

-No, se llevo a Azize- dijo seria.

-Nos vamos entonces- le dije invitandola a salir, y lo hizo pero lo que no me esperaba era que al voltearse para cerrar la puerta me encontraría con toda su espalda al descubierto. Esto iba a ser muy difícil, demasiado para mi salud y mis ideas de ser romántico esta noche.

-Vamos- me dijo con una sonrisa burlona, por supuesto que sabía lo que provocaba. Lo sabía y lo disfrutaba.

En el camino no hablamos de nada, solo íbamos en silencio pero no era incómodo solo que no sabíamos bien que decir aún, ella estaba sumergida en sus pensamientos y yo me esforzaba por no mirarla.

Cuando llegamos a mi departamento ella vio el interior desde el cristal y sonrio, dándome una pequeña mirada antes de que abra la puerta.
Al abrir le pedí su bolso para colgarlo, mientras ella empezaba a mirar lo que había preparado.
Y si me había esmerado, velas, música, nada que nos interrumpa solo nosotros por esta noche. Ella caminaba mirando todo y yo la miraba a ella, mis ojos no podían no escanear todo su cuerpo pero tenía que tranquilizarme.

-Que te parece?- le pregunte después de aclararme la garganta.

-Te esforzaste, y quedo hermoso- me dijo girandose para verme.

-Te gustará más la comida- le dije caminando hacia la cocina, para calentar la comida mientras ella se apoyaba en la barra.

-Azize no tuvo problema en quedarse con Melo?- pregunte.

-Claro que no, le encanta pasar tiempo con su tía. Además Melo quería cumplir tu misión a toda costa, la hubiera sobornado- me dijo haciéndome reir.

-Ya lo dije, es mi mejor contacto- le conteste.

-Ya lo creo- me dijo suspirando.

-No volviste a traer a Sirus?- me pregunto mirando hacia donde solía estar su lugar para dormir.

-Tendria que traerlo, aunque lo lleve con mi madre en primer lugar porque... desde que te fuiste la oficina era el único lugar en el que quería estar. Allí al menos me distraía con trabajo o intentaba hacerlo- le conte.

-Bueno... yo tenia el estudio, luego el trabajo y principalmente a nuestra hija, aunque esta última hacia todo menos lograr que dejara de pensar en ti- me dijo haciendo que la mirara a los ojos.

-Sabes, me torturó pensando en lo difícil que habrá sido. Estudiar y tener a nuestra hija, o abrir tu empresa- le dije mirando como sonreía un poco.

-Muy difícil si, pero era lo que quería. Todo lo que dijiste, mi título, mi empresa pero sobretodo mi hija, si alguna vez lamente que no estuvieras ahí no fue porque yo te necesitará sino porque de verdad sabia que te estabas perdiendo momentos con ella y eso me dolia- me dijo.

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