Un rechazo amoroso dolía ¿No?
En especial cuando el rechazo es el de tu primer amor y mejor amigo de toda la vida, pero ¿Es correcto una venganza?
En realidad ¿Es correcto invocar entidades para la venganza? ¿Es justo regalar un alma que no te pert...
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Diversas emociones estaban inundado el sistema de todos los presentes, los padres de Kunugigaoka estaban alterados, los demonios que se encontraban dentro de la institución temblaban por las reacciones que desataría los sucesos.
Una semana había transcurrido desde la muerte de la nueva docente de los grupos de tercero, el Dicasterio del Vaticano había intervenido para llegar a un simple conclusiones; alguien del paraíso fue el causante de la muerte de la madre del dueño de Inframundo.
La institución se negó a cerrar, el edificio donde se encontraban las oficinas de los trabajadores había sido clausurado después del incidente pero las cosas todavía empeoraron más; el cuerpo de Akabane Yako había desaparecido después de que los altos mandos de la iglesia lo vieran.
No habían quedado rastros de lo que realmente había sucedido y los involucrados sentían la verdadera impotencia; Asano Gakushuu e Isogai Yumma estaban al borde de la desesperación, no solo habían fallado en cuidar a Akabane Yako también Shiota Hiromi había desaparecido.
Koro estaba en negación y con una simple idea en la cabeza, Akabane Karma había tendido una trampa y por ello no se había presentado; sin mencionar que el pequeño Shiota Nagisa estaba desaparecido.
Todo estaba empeorando y ahora que toda la institución se encontraba frente al cuerpo de las 2 chicas que habían iniciado la búsqueda de Akabane y Shiota las cosas empezaban a tornarse pesadas.
El cuerpo de Kanzaki Yukiko y Kataoka Megu estaba destrozado totalmente, sus extremidades tenían diversos cortes y sus rostros estaban deformados; los ojos de ambas chicas fueron arrancados y no se encontraban ni cerca del lugar.
La mirada violeta del demonio de la soberbia analizaba detenidamente cada detalle, solo conocía a 3 personas que podían trabajar por medio de los órganos faltantes y 2 de ellos estaban muertos.
La frustración lo inundaba completamente, aún intentaba comunicarse con el dueño de las tinieblas y no había tenido respuesta; habían pasado 2 semanas desde la vez que lo vio en la casa del peliazul y después todo indicaba que la existencia de ambos chicos se había borrado.
Un suspiro de frustración por parte de aquel hombre de cabello blanco y pequeña barba lo hizo salir de su ensoñación; en definitiva que hasta el sumo pontífice estuviera investigando era grave, el único ser del mundo terrenal que podía quebrar sus almas era él hombre que estaba frente a ellos.
Ambos demonios allegados a Akabane tampoco habían visitado el Infierno desde aquél día, en realidad no querían admitirlo pero estaban cansados; normalmente podían ir un día a la semana y recuperar energías de las almas pecaminosas que llegaban.
Un jadeó de sorpresa hizo que todos vieran nuevamente la escena, los forenses habían llegado y al mover los cuerpos ambas cabezas habían caído al suelo; el cuerpo de Isogai empezaba a emanar rabia de ver aquella marca de los arcángeles.
