CAPÍTULO 22

109 19 21
                                    

El zumbido en sus oídos era incomparable, los gritos de ayuda lo hacían reír mientras que sus delicadas piernas se daban a la tarea de jugar entre ellas esperando lo peor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El zumbido en sus oídos era incomparable, los gritos de ayuda lo hacían reír mientras que sus delicadas piernas se daban a la tarea de jugar entre ellas esperando lo peor.

Sabía su destino, siempre lo supo desde que acepto estar con Karma y de que esos pocos meses al lado de su gran amor se trataron de buscar respuesta con una pequeña esperanza de que todo podía salir bien.

Él iba a morir.

Aún no sabía como, pero había escuchado tantas conversaciones de Karma con Itona o de Gakushu con Isogai que se daba una pequeña idea de cómo sería; él estaría desatando el caos en la tierra y llegaría Kimura o Ritsu o hasta el mismo Takeshi a acabar con él, posiblemente lo golpearían o le arrancarían el corazón o simplemente tendría una muerte pacífica si se apiadaban de él.

Lo entendía, su parte humana que aún tenía un poco de control en su mente lo estaba preparando para cualquier situación; se reuniría con Karma en algún lugar y por fin pondrían ser felices, viviendo en una pequeña casa con un jardín donde harían comidas con sus más cercanos cada fin de semana y se rieran sin preocupaciones.

Tal vez en otra vida.

Podía observar como dentro de él, Nagisa Shiota titubeaba aún, queriendo parar todo lo que estaba sucediendo.

Personas siendo desgarradas a su al rededor, los demonios de la lujuria consumiendo en cualquier lugar la energía sexual de las personas, volviendolas locas en segundo por el desastre en su mente, los diablillos mensajeros arrancando pedazos de piel con el rojo vivo de la sangre para dejar que un riachuelo del líquido carmesí bajara y fuera tomado por las sombras como alimento.

Santo infierno.

Nagisa Akabane se sentía completo de ver el espectáculo, sintiendo como las escamas que cubrían todo su cuerpo picaban por ser ellas las que estuvieran siendo hidratadas con la sangre de las personas, sediento de los pecados que podía beber de todos los que estaban muriendo mientras sus latidos se perdían entre sus garras.

Basta. — Pidió entre sollozos la parte cuerda que en cierto punto entendía — Detente, esto, esto no soy yo.

– Lo eres. — Murmuró en el instante que empezaba a recorrer las pocas calles que quedaban del lugar donde creció — Eres esto porque nos quitaron a Karma, se lo llevaron.

– ¡Él no quería que hiciéramos esto! — Gritó aquel humano que aún lo sacaba de sus lados amables — Él nos amaba.

– Lo amamos, Nagisa Shiota, lo amamos pero ya no está en ningún lado y nosotros por fin estamos solos.

DEVIL'S LOVER (Karmagisa) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora