Un rechazo amoroso dolía ¿No?
En especial cuando el rechazo es el de tu primer amor y mejor amigo de toda la vida, pero ¿Es correcto una venganza?
En realidad ¿Es correcto invocar entidades para la venganza? ¿Es justo regalar un alma que no te pert...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"- ¿¡Quién te crees que eres Kaede!? .- Gritó una azabache mujer mientras abofeteaba a la muchacha de hebras verdes-. ¿Y tú Nakamura? ¿¡Me quieren decir que mierda pensaban!?
- Pero abuela tu dijiste que cualquiera ritual...
- ¡Mierda Kaede! Si cualquiera que yo te di .- Habló enojada mientras veía a ambas chicas -. El maldito de Akabane va a venir a buscarme ¡Me va a matar por sus estupideces!
- Señora Mitsuki no fue nuestra intención nosotras solo queríamos invocar a cualquier demonio .- Contesto apenada la rubia mientras bajaba la mirada -. No sabíamos que podíamos invocar al diablo.
- ¡No solo invocaron al diablo! ¡Lograron hacer el vínculo que acabará con la puta humanidad! .- Gritó la mayor mientras veía molesta a ambas chicas -. Se que hablaron con Koro, necesito que esté aquí ¡Corran!"
El miedo en la mujer azabache recorría todo su cuerpo, sus manos empezaban a temblar y la cabeza empezaba a darle vueltas; aún recordaba como hace siglos una visión nublo su vista y le mostró la destrucción de la vida humana.
Aún podía sentir que estaba ahí, sentía como su piel se quemaba al ver al hijo de su gran amor dirigirle la mirada más gélida que nunca había visto al que denominaban como creador y como una de sus garras lograba abrir completamente su pecho mientras Akabane Karma devoraba su corazón.
Tenía terror de que la profecía se cumpliera y por ello cuando su única nieta le presento al chico de hebras azules y ojos de zafiro su mundo se vino abajo; aún recordaba ese lindo rostro tendido en una de las camas de piedra que utilizaba la loca de Ritsu en sus sacrificios para dejarlos entrar en los aposentos que según era el paraíso ¡Jodido cielo y jodida Ritsu!
Aún recordaba la forma en la que se deformó la cara de Karma y como ahogo todas sus emociones solo para elevar el infierno a la tierra; su piel se volvió a crispar por recordar la forma en la que el chico de ojos cobres logro bajar el cielo y convertirlo en el mismo infierno.
Sabía que el gran Akabane Karma se volvería el rey de todo; el cielo, la tierra y el infierno estarían gobernados por el pelirrojo pero ocurriría de una de las peores maneras.
Realmente todo pudo haber cambiado si los malditos cardenales no hubieran descubierto que todas las videntes eran en realidad brujas, podría haber investigado un poco más de ese chico que gobernaba el limbo y que tenía la otra parte de las visiones.
Horibe Itona, el dueño del limbo, la única parte neutral de los 4 aposentos que el mundo conocía; llegó junto al desgraciado de Kimura cuando se creo el cielo y también ya estaba presente cuando el primer Akabane creo el Inframundo.
Pero no era suficiente con que fuera dueño del único lugar que era todo y nada a la vez; era el único dueño de algún lugar que podía ver el pasado, presente y futuro, por lo cual sabía que había más posibilidades de que la única profecía que ella pudo tener con el tiempo dicho cambiará.
