Un rechazo amoroso dolía ¿No?
En especial cuando el rechazo es el de tu primer amor y mejor amigo de toda la vida, pero ¿Es correcto una venganza?
En realidad ¿Es correcto invocar entidades para la venganza? ¿Es justo regalar un alma que no te pert...
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¿Alguna vez había visto morir a alguien por amor?
Realmente en todos los años que llevaba como dueño del limbo podía asegurar que no, nunca había visto una pareja que pudiera dar la vida por el otro.
Terasaka murió protegiendo su hogar, a sus personas, a sus ideales y sin duda alguna a sus amigos pero...
Nagisa y Karma fueron la otra parte de la moneda, la manera en la que dependían del otro nunca tuvo alguna comparación; Akabane se dejó encerrar en el único exilió desconocido sin pelear pensando en darle la paz absoluta a Nagisa para que pudiera vivir una vida digna y sin problemas.
Mientras que el pequeño peliazul había tomado eso como el arrebato más grande de su vida, dónde le desprendieron la única felicidad que había tenido en toda su vida en un abrir y cerrar de ojos.
Y ahora se estaban pagando las consecuencias.
Podía observar claramente como Okajima dejaba atrás aquella ilusión óptica de verse como Karma, cayendo dolorosamente hacia atrás mientras el cuerpo de Nagisa descansaba en paz en la gran mesa de piedra que en algún momento vio en el futuro; pero había una gran diferencia en lo que había pasado en realidad.
Las calles estaban inundados de cuerpos sin vida, tanto de Angeles, demonios y humanos; los gritos aterrorizados de los habitantes del aposento terrenal ya no estaban siendo el principal ruido y las risas malvadas de los demonios habían parado en cuanto la vida del proclamado rey del inframundo se esfumaba.
Todo parecía en completa paz, como si era el final que se había establecido desde el inicio para que todo se resolviera.
Como si ver la tierra hundida en un desastre, el limbo destruido, el cielo incompleto y el inframundo subiendo fuera el destino que nunca se pudo evitar.
Y podía asegurar que a cada uno de ellos le dolía, sus esfuerzos en las últimas semanas para encontrar a Shiota fueron en vano; tratar de seguir sus pistas fue una locura que solo lograron que perdieran el tiempo más valioso que tenían.
Había tantos cabos sueltos que aún no se resolvían para él pero sin duda alguna tenía ¿Temor? De saber la respuesta de todo ello.
– Se acabo. — La voz de Ritsu llamo completamente su atención, lo saco de esa nube pesada que los estaba cubriendo por completo al ver como habían perdido a sus valiosos amigos.
– No puedo creer todo esté desastre, al parecer mi preciado hijo solo quería ver destrucción si había elegido a alguien como él.
Un gritó se ahogo en su garganta al ver la cara de completa burla del Akabane mayor, riendo, dándose una idea que no debía y que hizo reír por completo a su amante del turno.
Ellos eran los culpables.
Terasaka ya no estaba a su lado por su culpa, Asano tampoco estaba debido a sus planes, Nakamura podría morir en un intento de defenderlos e Isogai estaba enojado al punto de romper todas las reglas.
