¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estabas muy emocionada, pronto sería el aniversario de un año de tu novia Rarity y tú. Pasaste más de un mes planeando la sorpresa que le darías para ese día.
Seguías sin poder creer que estuvieses con la chica más bella de la escuela Canterlot, y es que desde la primera vez que viste a Rarity conquistó tu corazón.
Tú eras probablemente la chica más amable y agradable que alguien en la escuela Canterlot pudo conocer y por esas razones eras muy querida.
Quizás por eso fue que Rarity se pudo haber enamorado de ti...
—(T/N), ¿podrías sacar el pay del horno? —la voz de tu compañera te sacó de tus pensamientos.
—¿Ah? Claro. —con una sonrisa obedeciste lo que te pidió. Te colocaste los guantes de cocina y sacaste el pay con cuidado.
—¡Asombroso! De nuevo somos las primera en terminar. —festejó mientras dejabas el pie en la mesa y te quitabas los guantes—. Ahora hay que esperar a que la profesora vuelva para que nos califique.
—Debo admitir que eso se debe a ti, Pinkie Pie, eres muy hábil cuando se trata de hornear.
—Tú también eres muy hábil y siempre con tu ayuda logramos terminar rápido y hacer un trabajo excelente.
—Eso creo, pero hoy he estado muy distraída. —desviaste la mirada con una sonrisa.
—¿Y eso a qué se debe?—preguntó comenzando a limpiar su lugar de trabajo.
—Bueno, ya sabes... Rarity y yo cumpliremos un año de noviazgo en poco tiempo. —contestaste con un pequeño rubor en tus mejillas.
—Oh, ya veo... —masculló sin dejar de hacer lo que hacía—. Entiendo porque estás tan distraída, jaja...
—¡No dejo de pensar en cuál será su reacción cuando vea todo lo que le he preparado! No le digas a nadie, mucho menos a ella pero tengo planeado cantarle una canción... —contaste con las mejillas rojas.
—¿Una canción?—dejo lo que hacía y te miró—. Ese... es un bello detalle, (T/N).
—¿¡Verdad que si!?—cuestionaste con emoción—. He estado practicando con ayuda de Flash y no puedo esperar a cantarle la canción que tengo pensada. —confesaste nerviosa—. Lo único que quiero es demostrarle lo mucho que la amo.
—Y lo harás, sé que lo harás. —te regalo una sonrisa y se giro para seguir con lo suyo.
