28. Maneki Neko

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Para quien no siga el orden de publicación, estos últimos capítulos a partir del 21 tenéis que leerlos en orden, hay referencias a bastantes momentos.

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Chat Noir tenía un rival en ese momento, un gato de la suerte que descansaba en la estantería de la sala de estar de Marinette. No podía decir por qué lo odiaba tanto, pero el sentimiento estaba ahí. ¿Eran celos gatunos? Quizá.

-Deja al gato de la suerte de mi madre, Chat -se quejó Marinette-. Tenemos que ensayar lo que vamos a decirle a mis padres.

- ¡Es que se está burlando de mí!

-Chat.

-Está bien -suspiró-. Tengo claro qué voy a decir. Tengo que romper contigo para que después Adrien sea tu paño de lágrimas y nadie ponga en duda mi identidad. Así estaremos juntos sin que nadie sospeche -dijo repitiendo el monólogo que ella le había relatado mil veces.

- ¿Debo decir quién ha sido el descuidado que se ha dejado pillar por mi madre varias veces en mi habitación?

No, no tenía que decirlo. ¿Pero qué culpa tenía él de que Sabine entrara de repente a ver a su hija y asumiera que eran novios al pillarlos juntos? Estaba acostumbrado a que su padre no le dedicara ni una centésima de tiempo. Su único pecado era estar enamorado.

Pero no era el único que había cometido un error.

-Te recuerdo que tú le dijiste a tus amigas que estabas enamorada de mí. ¡Me rechazaste por mi otro yo!

- ¡Y si no quieres que rechace a tus dos yos vas a tener que seguir el papel! -dijo enfadada-. No podremos ser una pareja normal si mis padres piensan que tengo dos novios a la vez. Y que descubran tu identidad es peor todavía.

Se retaron con la mirada durante unos segundos. Chat fue el primero en rendirse, no podía luchar contra su lógica.

- ¿Al menos puedo quitar el muñeco del gato? ¡Me desconcentra!

- ¡Se queda ahí!

Se quedaron callados cuando escucharon el ruido de la puerta abriéndose.

Bien, hora del espectáculo.

- ¡Lo siento, Chat Noir, pero no podemos estar juntos! -le gritó Marinette cuando sus padres estaban lo bastante cerca para escuchar.

- ¿Por qué? ¡No he hecho nada malo!

-Porque es peligroso, y sé que tú aún amas a Ladybug. ¡Nunca podré superarla!

Marinette sobreactuaba demasiado, pero a juzgar por la mirada de Tom y Sabine parados en la puerta, se lo estaban creyendo.

-Yo... Os amo a las dos -dijo Chat Noir volviendo a concentrarse-. ¡No sé a quien amo más! ¡A ti, te amo a ti!

- ¿Sabes? Este gato es más sincero que tú -dijo Marinette agarrando la figura de la estantería y poniéndosela en la cara-. Su cara me dice la verdad y no huye del amor.

Aquello era jugar muy sucio. Pero si Marinette quería su mejor rabia, la tendría. Le arrebató el juguete de las manos y le siguió el juego.

- ¿Me comparas con un juguete horrible? Es un engaño, ni siquiera da suerte. ¡Se queda ahí parado mirando el mundo y moviendo su brazo y no hace nada útil! ¡Nadie se cree su cara!

Aquello no estaba en el guion, pero detrás del falso enfado Marinette parecía complacida.

- ¿Sabes qué? ¡Rompo contigo! Aquí acaba todo. No vuelvas a colarte en mi casa ni a molestar a mis padres. ¡Vete!

Reto Marichat mayo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora