Día 1. Velada Nocturna

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Marinette no había planeado que la noche acabara así, enferma y con Chat Noir llevándola en brazos hasta el hospital. Trató de insistir en que aquello no era necesario, pero con su voz lastimera y la respiración entrecortada apenas pudo engañar a nadie.

Se tensó al sentir como cambiaban los brazos que la sostenían. Trató de agarrarse al cascabel, pero unas manos de cuero la apartaron con suavidad. Se resistió, no quería ir con ningún extraño en ese estado.

–Marinette, solo es un médico –insistió él–. No me voy a apartar de ti. ¿Está bien?

Ella asintió a regañadientes. Pocos segundos más tarde sintió como le inyectaban algo que la hacía perder la conciencia.

Cuando volvió a despertar se encontraba en una camilla de hospital, conectada a un gotero que le inyectaba suero.

Odiaba aquello, las paredes blancas de los hospitales la ponían nerviosa, así como el olor. Era insoportable y fuerte, se colaba en sus fosas nasales aunque respirara por la boca.

Pero había algo que rompía completamente con la armonía de aquel lugar. Un chico vestido de gato que se alzó de su asiento en cuanto la vio abrir los ojos.

– ¿Cómo te encuentras? –Preguntó él.

Se incorporó un poco en la cama antes de responder con desgana.

–Odio los hospitales –se quejó–. Te dije que estaba perfectamente.

–Tus padres ya vienen de camino.

– ¡No! ¿Por qué los has avisado?

–Vas a pasar la noche en el hospital, he pensado que merecían saber dónde estaba su hija.

Marinette gruñó, iba a ser un suplicio. Pero decidió que Chat no tenía la culpa. De hecho, no tenía ni idea de lo que había pasado. Lo último que recordaba era estar en la fiesta de cumpleaños de Kim comiendo patatas fritas, y después estar en los brazos de Chat Noir directos al hospital.

– ¿Cual es el diagnóstico? ¿Me voy a morir?

Perdió la sonrisa al ver la cara seria de Chat. El nunca estaba serio. No quería haber atinado con el diagnóstico.

–No, por suerte estarás viva mañana. Has sufrido una intoxicación alimenticia, parece que aquí la señorita no se está alimentando como debería –regañó–. Añade a eso que los bocadillos de huevo de Kim no eran lo más sano, y que a algún amigo se le ha ocurrido echar vodka en el inocente ponche de frutas –Soltó una especie de insulto gatuno al aludido, pero rápidamente volvió a fijarse en ella–. La combinación ha sido gatastrófica en tu estómago. Tenéis suerte de que estuviera de patrulla.

– ¿Hay más como yo? –Preguntó curiosa por ese plural.

–Todos los que han comido huevo. Rose y Sabrina han estado vomitando, pero no han necesitado más que una pastilla. A ti y a mí nos toca una buena velada en el hospital. ¿Cuántos de esos asquerosos bocadillos has tomado?

Más de los que diría en alto. En su defensa, los bocadillos eran lo único con una pinta no horrible de aquel cumpleaños. Y aún así había acabado mal.

Se sintió conmovida por su preocupación, pero al mismo tiempo culpable.

–No tienes por qué hacerlo, Chat. Vete a casa.

–He prometido a tus padres que me quedaría contigo hasta que vinieran, y es lo que voy a hacer. Así que relájate, porque tengo muchos chistes de gatos con los que torturar tu cabeza.

– ¡Oh, no! Esa venganza es demasiado.

– ¡Mis chistes son maravillosos!

A pesar de todo, no pudo evitar reír con el primer chiste malo. Chat no tardó en recuperar su buen humor, bastó que ella se mostrara "arrepentida" por no alimentarse como debería para que se sintiera satisfecho.

Nunca más en su vida bebería ni comería nada ofrecido por Kim, pero debía admitir que la compañía no era mala. Chat mejoraba completamente el ambiente en aquella sala horrible y blanca.

Casi se sintió triste cuando sus padres, preocupados a más no poder, aparecieron por la puerta, pero también se alegró de tenerlos con ella. Era un alivio que no estuvieran enfadados. Chat saltó en su defensa cuando comenzaron a hacer preguntas. Aunque no dijo ninguna mentira, su única culpa era estar demasiado ocupada y no poder alimentarse bien.

Chat le hizo una reverencia a modo de despedida antes de marcharse. Ella le sonrió una última vez y se dejó llevar por el sueño.

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Gracias por leer, estoy emocionada por iniciar otro reto 😊

PD. Tuve un problema con la publicación de esta historia y la he subido de nuevo, debería estar todo bien.

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