Capítulo 18

4.7K 177 1
                                    


Tratada como un ser humano.

¡¡¡Contenido perturbador por delante!!!

Julie.

—Sra. Lucca He empacado algo de lencería y algunos vestidos. Esta pequeña maleta tiene tus joyas —Asentí con la cabeza a Sapphire, una mujer que ayuda a Sasha y ahora vino a ayudarme a empacar—. Puedo darte un baño si quieres...

—No —La corté preguntándome qué tipo de servicios se supone que oferta.

—Sra. Lucca... has recibido estas maletas —uno de los miembros del personal vino a mencionar el suceso entrando a mi habitación y no me importaba quién me estaba mirando cuando lo que me importó fue correr hacia mi maleta. Fue como si estuviera viviendo un pequeño momento que me decía que la vida no solía ser tan sofocante.

—Sapphire... —Susurré y ella se inclinó un poco antes de salir. Todavía no podía comprender por qué se inclinaban.

Abrí mi maleta y acerqué mi ropa a mí inhalando profundamente. Extraño mi tierra natal, mi familia y todas esas ocasiones en las que solía pensar que tengo mucho que hacer. Porque ahora me siento estática... Recordé cada maldición de Matteo llamándome buscador de fortuna o desventurada. Mis cosas gritaban que yo no era el indicado. Si incluso ahora salgo de aquí, podría ganarme la vida, volver a mi casa o dominar el mundo. Estas eran las cosas que me decían que no soy alguien que tenga miedo de trabajar duro.

—Sra. Lucca... —Alguien llamó a la puerta de nuevo.

Fui a la puerta y encontré a otra mujer del personal de pie.

—Tu celular —miré hacia abajo para notar mi celular. Recibí mi teléfono y fue como obtener una parte de mi libertad. Lo encendí y saqué el cargador de mi maleta. Abrí el aparato y estaba a punto de revisar los mensajes cuando recibí una llamada del Sr. Lucca.

Sabía que el personal que me pasó el teléfono celular debía haberle dicho al Sr. Lucca, que ya me tenía el aparato en mis manos, para ser tan conciso. Me pude boca arriba en la cama e inhalé recordando esos raros días en los que solía pensar que el identificador de llamadas es de alguien que va a ser mi familia.

Resoplé antes de recibir la llamada...

—Hola, Julie, ¿cómo estás, cariño? —Su tono alegre me tomó por sorpresa.

—Señor. Lucca —Mi tono tiene el elemento de sorpresa dado que nuestro último encuentro no terminó bien.

—Mira, sé que me excedí ese día, pero dime cómo se supone que debo tratarte como a una familia, cuando no estás haciendo las cosas para las que te contraté —Puse los ojos en blanco y agarré el jarrón colocado cerca de la pared.

—Señor. Lucca —Dije de nuevo, pero me cortaron.

—Llámame papá... —y eso realmente me hirvió la sangre.

—¿Un papá que es solo mi papá hasta que yo haga lo que quiere?

—Por supuesto, mira, soy consciente de que desde los últimos días tienes a mi hijo envuelto en tu dedo. Yo supongo que puedes pasar día por medio en su cama, y estará bien de esa forma. Mira, sabía que podrías arreglártelas, pero si ese día te hubiera apoyado... todo iba a colapsar... pero está bien, entiendo que la gente de tu edad es impulsada principalmente por las emociones y no... —Tragué saliva.

—¿Te das cuenta de que me has mantenido en la oscuridad...?, tú y tu hijo me atraparon... pero hay una cosa de la que no estoy segura ... —Caminé hacia la terraza y miré la vegetación con un corazón muy triste— ... ¿No puedo entender por qué hiciste esto?, sabes que las cosas podrían ser mucho más fáciles sí... me hubieses dicho el motivo del por qué iba a estar aquí.

Un Rostro CruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora