Detrás de las puertas cerradas.
Julie.
—Quiero llamar al Sr. Lucca... Al mayor —Solicité a la mujer que estaba fuera del baño y me proporcionó las toallas. Su uniforme me dijo que era trabajadora aquí. Pero antes de que pudiera reaccionar, vi entrar a la misma mujer que acompañaba a mi esposo el día de nuestra boda.
—Puedes salir —Esa mujer le dijo al personal antes de mirar hacia mí—. Señora Lucca, puede llamarme, Sasha. Le he preparado el desayuno. Estoy segura de que ya deberías estar hambrienta —Había una sonrisa juguetona en su boca que no me gustó en este momento. Llevaba una túnica pesada de color marrón y quería ropa.
—Quiero un teléfono celular. Quiero llamar al Sr. Lucca... al mayor...
El momento en que ese tipo levantó el puño no se iba de mi mente.
—O... puedes desayunar ...
—Quiero llamar al Sr. Lucca primero... yo...
—¿No es él la razón por la que ya estás aquí? Pero si aún quieres ver cosas, eres bienvenida —Sus ojos me decían que estaba disfrutando de mi situación. Ella sacó un teléfono celular y me lo pasó enseguida, y no esperé un segundo para llamar al señor Lucca para que él contestara de inmediato.
—Hola, Sasha...
—Soy yo, Julie —dije y Sasha me pasó una sonrisa antes de salir de la habitación mientras oía decir al Sr. Lucca:
—¿Cómo estás, cariño? Te estoy enviando las cosas que dejaste aquí.
—¿Por qué... por qué no me hablaste de tu hijo?
—¿Qué no dije sobre mi hijo? Lo conociste el día de tu compromiso... ¿Está todo bien?
—Nada está... bien, señor Lucca. Sabe... sabe perfectamente lo que me has hecho... y no sé por qué lo hiciste conmigo o con tu hijo. ¿Por qué hiciste que se casara conmigo si no quería? —Estaba sin aliento y muchas lágrimas se atascaban en mi garganta.
—¿Dijo que no quería casarse contigo?
—No... pero es muy obvia la situación...
—Deja de pensar demasiado como una persona idiota —siseó el Sr. Lucca haciéndome saltar mientras me froté el sudor de la frente.
—No puedes hacer esto conmigo... yo... no puedo vivir con él... yo...
—¿Recuerdas lo que te dije el primer día? —Inhalé profundamente con frustración. No sé qué me dijo el primer día porque me ha dicho muchas cosas hasta ahora—. Te dije que no soy fan de dividir una familia, Julie.
—¿Familia? Para empezar, no hay una familia aquí...
—Una vez que seas la Sra. Lucca, siempre serás la Sra. Lucca... Y, aquí estoy yo, tratando a tu familia como si fuera nuestra. Y, ¿qué estás haciendo con mi hijo?
—No voy a hacer nada con él, Sr. Lucca... yo... devolveré ese dinero... —No quería sonar malvada, pero espero que pueda entender lo desesperada que estaba aquí.
—¿Ah, de verdad? ¿Cómo planeas devolverme cincuenta millones de dólares?
—¿Qué cincuenta?, no... yo... —Por un momento pude sentir que mi corazón dejaba de funcionar.
—Si rompes el contrato es la multa que deberás pagar. Y, ¿por qué no harías nada con mi hijo? —Preguntó a lo que encontré mi voz perdida.
ESTÁS LEYENDO
Un Rostro Cruel
Roman d'amour-¿Quieres decir algo?-Su voz profunda me lo estaba poniendo más difícil. -Sí-me las arreglé, pero solo lo encontré continuando con su comida-. Estoy...estoy embarazada-Esto finalmente llamó su atención. Me he imaginado miles de reacciones que podría...