P R Ó L O G O

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El silencio en aquella cocina se hizo presente después de esa plática. Pasaron probablemente veinte minutos en silencio mientras observaban sus tazas de té como si fueran una obra de arte en el Louvre.

Ambos perdidos en sus pensamientos, no sabían como ni en que momento habían accedido al estar sentados frente a frente, desde que el de cabellos largos había visto esa foto en Internet había perdido la cabeza, no porque fuera un ella en lugar de un él, sino porque le había mentido, no solo una vez sino en múltiples ocasiones.

Después de eso, el rizado no resistió llamarle, de cierta manera el menor le debía una explicación y ahí estaban desde hace veinte minutos en la misma cocina que guardaba tantos recuerdos vividos, ambos con una taza de té que probablemente ya se había enfriado, el ojiverde se había dado cuenta que había sido una mala idea el hacer esa reunión ahí, en el departamento que para ambos hasta hace unos meses había sido su hogar.

En el fondo lo sabía, la razones por las que ambos habían preferido que fuera en su departamento. La primera, la privacidad. Ahora ya no podían estar tanto en público y ambos lo sabían. La segunda, el mayor no soportaba la idea de ir al departamento del menor, en el cual probablemente la esencia de ella flotaba por el lugar.

El menor suspiró.

Eso hizo que Harry levantara la mirada, hasta ese momento ninguno se había mirado a los ojos, ambos habían evitado el contacto visual.

Y ahí estaba, el azul y verde, mezclándose de una manera única, tantos recuerdos que se escondían detrás de esos iris, sin saberlo ambos estaban recordando sus momentos juntos, las risas, las bromas, las salidas, amigos, besos, caricias, el cuerpo del otro en aquella cama que habían compartido mucho tiempo.

A Harry siempre le habían gustado los ojos del menor, eran de un azul tan único que debería haber un color llamado así Louis Blue, no sabía si lo había inventado o en verdad existía, tendría que averiguarlo.

En cambio para Louis los ojos del rizado eran de un verde combinado con destellos dorados que podías distinguir sólo si prestabas mucha atención, pero no era su color lo que en verdad lo cautiva–aunque influyera en gran parte a que el castaño buscara inconscientemente ese tono verdoso en los ojos de alguien más– si no la forma en que estos le transmiten demasiadas cosas tan solo con verlos, eso lo hizo recordar que cuando estuvieron juntos en ocasiones no hacía falta la comunicación verbal, solo bastaba el sostenerse la mirada o una mirada de reojo para comunicarse. El rizado siempre le había sido fácil de leer con tan sólo una mirada.

Eso lo hizo contener una sonrisa, no era el momento para eso.

El rizado se aclaró la garganta y desvío la mirada, no porque Louis lo intimidara, para nada, pero lo conocía y sabía que con esa mirada estaba tratando de buscar en lo más profundo de su ser, al de ojos azules se le daba muy bien leer los iris verdes de Harry.

— Se veían muy bien en la foto, Yolanda hizo un buen trabajo. Capturó el momento perfecto.

Harry lo sabía, esa foto no podía ser una casualidad y la única persona que conocían y podría estar detrás de eso era Yolanda Hoffman y lo confirmó cuando Louis se removió en la silla.

— Si, la verdad es buena en lo que hace

—Lo sé, ¿Olvidaste que fui yo quien te la presentó?—Dijo el rizado con un deje de amargura en su voz, aún recuerda el día.

—Harry... Ese no es el tema aqui

Harry sabía que algo como lo de ellos estaba destinado a esto, a un bucle infinito de "y si hubiéramos...", pero tal como le decía su madre "El hubiera no existe" pero ahí estaba él, con los pensamientos de lo que quizá pudo haber sido pero no fue posible.

BACK TO YOU (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora