C A P I T U L O IX

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Despertó con una resaca terrible a las seis de la mañana, no había dormido mucho y su buen humor se esfumó desde ayer por la noche, estaba tomando el jugo de naranja con aspirinas que le dejó Dorotea en el comedor de la cocina.

—Dot deja de hacer tanto ruido—le dijo a la rubia que estaba cocinando—Vas a hacer que me explote la cabeza.

—Pues eso debiste de pensarlo antes de beberte hasta el agua de la fuente—la mujer dejó un plato con chilaquiles frente a él, ni siquiera tenía tanta hambre pero aún así comenzó a masticar cuando vio la amenaza silenciosa en los ojos de la rubia—Buen chico.

Comió el resto en silencio siendo solo acompañado por el tarareo de la canción de Louis en la rubia. Su hermano llegó a la cocina saludando a ambos, el rizado solo gruñó en respuesta.

—Maldición, hermano parece que te encontraste con Lestat de Lioncourt [1] anoche.—se burló Zayn y solo le mostró el dedo medio en respuesta—Rudo. ¿Te puedes quitar los lentes de sol? Por si no lo has notado esto es Londres y aún estás en casa, viejo.

—¿Qué quieres, Zayn?—ignoró su petición, los lentes completaban su estilo de derrotado con resaca.

—Que humor, ¿Como ves al pequeño Harry, Dot?

—Sinceramente, parece que un vagabundo entró a la casa y le doy de comer por caridad—tanto su nana como el mayor de los Styles se rieron porque así era, Harry se había puesto unos pantalones deportivos con una playera blanca debajo de un hoodie negro y su cabello estaba demasiado revuelto—Lo lamento, querido pero así te ves, déjame peinarte al menos.

La rubia fue a buscar un peine y regreso prácticamente corriendo antes de que Harry se arrepintiera, se acomodó detrás del menor y comenzó su labor en silencio.

—Así que ¿sexo en el baño, eh?—el ojiverde se atragantó con el jugo de naranja.

—¡Zayn!, Dot está aquí escuchando, muestra algo de respeto.

—Descuida, querido alguna vez fui joven y lo entiendo—hizo una pausa—pero ya terminé, así que me iré y fingiremos que no escuché esa parte.

Ambos hermanos vieron a la mujer irse de la cocina para otorgarles un poco de privacidad a los hermanos.

—Harry, no te voy a dar todo un sermón pero solo te dire que debes tener cuidado alguien más los pudo haber descubierto y ambos no les conviene un escándalo—el pelinegro se levantó de su asiento—Tuvieron suerte de que Liam fue quien los vio.

Claro que lo sabía, él más que nadie entendía el riesgo que estaba corriendo anoche cuando decidió tener sexo con Louis pues la carrera del ojiazul apenas estaba iniciando y estaba en una relación pública con Calder, tenía más que perder, en cambio Harry solo se expondría públicamente como el amante de alguien. El rizado estaba conciente que se estaba convirtiendo en eso, un amante, alguien al cual solamente buscar por placer y no para algo serio, era algo irónico que justamente alguien a quien habían engañado, se metiera en una relación.

Se sentía culpable pero también sabía que Louis parecía buscarlo, no toda la culpa era suya. Por el bien de todos y el de su integridad anoche fue la última vez que volvió a caer en la trampa de Louis Tomlinson, ya se había dado cuenta que simplemente lo estaba utilizando para el placer y no sintió nunca por él lo mismo que siente por Eleanor. Así que se lo hizo saber hermano, pero sabía que tenía que hacer algo para que Louis no lo siguiera buscando.

— Aguarda un segundo, ¿Liam te lo dijo? ¿Desde cuando eres amigo del productor de Louis?— el morocho se encogió de hombros e hizo movimiento con su nariz—Oh, demonios estas haciendo esa cara.

BACK TO YOU (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora