TE AMO

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SKYLER

Tras la declaración de Alex y de secarnos el cuerpo y cabello, nos adentramos en la casa, cogidas de la mano. Alcé mi vista hacia la suya, y pude observar como esos obres que tanta paz me daban, se encontraban brillando con una intensidad que nunca antes había visto. Denotaban a kilómetros felicidad, y para mí, su felicidad era la mía.

- Uyuy pillinas, ¿ya acabasteis? - comentaron Anne y Alba.

-  Dejarlas en paz. - dijeron Dafne y Mike, que al decirlo se miraron y ruborizaron, que tierno por su parte.

- Bueno, vayamos a dormir que es tarde chicas, y ya mañana nos vamos. - dijo Alex, mientras que cerraba la puerta.

- Buenas noches chicas. - dije metiéndome en mi saco de dormir.

Pasada la noche entre risas, nos despertamos y comenzamos a alimentar nuestros ya hambrientos estómagos.

- Muchas gracias a todos, este sin duda ha sido el mejor cumpleaños, os quiero muchísimo y todo esto, ha sido muy emotivo y emocionante para mí. - dije entre lagrimillas. 

- Nada hija, eres mi cuñadita, se te tiene que mimar de vez en cuando. - dijo Anne guillándole un ojo a Alex.

- Exacto, nosotros somos tus amigos, es normal todo esto. - dijo sonriéndome Mike.

- Te queremos pequeña, eres nuestra hermanita, y siempre estaremos a tu lado tonti. - dijeron Alba y Dafne rodeándome en un cálido abrazo.

- Ah y claro, esta tarde tienes vía libre con tu novia. - dijo Alba.

- Recordad: ser suaves, que es vuestra primera vez. - dijo Anne.

- ¡IDIOTAS! - dijo Alex, mientras que recibían una colleja de Dafne y Mike.

 - Bueno, empecemos a recoger, que mañana es Domingo y creo que querréis un tiempo a solas. - dijo Dafne.

- Vale, si, perdonádmelo os robaré a Sky esta tarde - dijo roja Alex.

- Esta bien, en marcha chicas - dije riendo.

Recogimos y nos fuimos de la cabaña en la que guardé nuevos y bonitos recuerdos en mi interior que jamás olvidaría.

- Sky, ¿puedo pedirte una cosa? - me preguntó somnolienta Alex.

- Claro cariño, dime. - dije acariciando su rostro al mismo tiempo en el que ella cerraba sus ojos.

- Quiero darte algo muy importante esta tarde, quiero que veas como soy yo, ¿puedo ir a tu casa? - dijo durmiéndose.

- Claro que sí, por ti, por la pequeña esperanza que ha venido a mí, me quemaría en el mismísimo infierno.

-  Gracias... - dijo sosteniendo esa última palabra.

Llegamos a mi casa, desempacamos todo, y Alex se quedó hoy a dormir. Mi madre sabía de su declaración, ya que cuando vio a Alex le dijo hija. Fue un momento muy incómodo pero al mismo tiempo agradable y gracioso.

- Sky... esto, no soy muy buena reflejando mis sentimientos con palabras por eso, pues te redacté todo lo que sentía por ti y mi secreto en esta carta. - dijo tendiéndomela.

- Yo también tengo que darte algo, pero lo haré después de leerla, porque tengo un presentimiento de que están conectadas.

-  Ven, siéntate a mi lado. - dijo abriendo los brazos temblorosa.

- Vale. - dije a su lado.

- Sky... ¿me seguirás queriendo después de leerla? - preguntó temerosa.

Eres mía pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora