FUENTE DE VIDA

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ALEXA

Llevé a Skyler a casa, era tarde por lo que me apresuré en ir a la mía, pero noté una presencia que mandó una señal a toda mi columna vertebral... Sentí escalofríos recorrer por mi espalda, ¿quién era esa persona que miraba hacia la casa de Skyler?

El hombre denotó mi presencia y se fue corriendo. Ahora me temía lo peor, si esa persona tocase a Skyler las pagaría muy mal.

Pasó la noche, y me fui a arreglar. Como hacía calor, me puse unos shorts azules y una blusa de color verde claro difuminado. Desayuné y me encaminé hacia la puerta.

Al salir me encontré con esos ojos tan peculiares pero hermosos y atrayentes, frente a mi puerta.

- H-hola, es-esto y-yo por agradecimiento a tu desayuno de ayer, p-pues te preparé el almuerzo.

Estaba muy nerviosa, agarraba con más fuerza la cesta en donde suponía que se encontraba el almuerzo que me preparó.

- No hacía falta tonta, pero lo aceptaré gustosamente. - dije agarrando la cesta y metiéndola dentro.

Le acaricié el cabello y ella cerró los ojos tiernamente, que mona. Mi mano se paro en su mejilla y la acaricié suavemente con mis dedos. Eran tan cálidos, me recordaba a cuando mi madre me mimaba entre sus brazos...

- ¡Nooo! - grité. Separé bruscamente mis dedos de ella y mi mirada se volvió oscura. Recuerdos del pasado que quise esconder volvieron a aparecer.... Porque vuelven...

SKYLER

Estábamos tan bien, ella acariciaba mi mejilla suavemente hasta que de repente gritó. Su mirada era diferente, estaba fría y apagada. Me dolió verla así... Me recordaba a mi yo de antes, cuando él...

Dejé mis pensamientos aparte, ella estaba inestable. Comenzaba a gritar y a dar golpes. Las venas se le marcaban. Esta Alexa me daba miedo, no era mi dulce Alexa de siempre, esta irradiaba ira...

Retrocedí un instante por temor a que me golpeara y me arrepentí. Ella me miró dolida. Volvió a ser la chica que me hacía cambiar... Mi Alex... Comenzó de una mirada triste a una que daba más miedo todavía.

- Lo sabía tú eres igual que ella. Todos sois unos mentirosos... ¡Todos!

- No, yo perdóname Alexa, no fue mi intención te lo prometo, yo...

Alexa intentó golpearme, una brisa acarició fríamente mi rostro, al ver su puño a pocos centímetros de mi rostro. Una lágrima cayó bajo su mejilla.

- Perdón, no quise pegarte, soy peor que la basura. Adiós.

Se giró y comenzó a correr. Yo salí de mi trance y intenté perseguirla. Mis piernas me fallaron, caí y ella se fue de mi vista.

Que idiota. Mi vista comenzó a oscurecerse y los pensamientos comenzaban a aparecer en mi mente. Ella estuvo a mi lado cuando yo estuve en mi yo antiguo, no me temió me arropó y mimó, pero me recordó a él... ¿Quién era la mujer a la que se refería Alexa? ¿Su amante? Mi vista se nubló, esta vez por las lágrimas, hice lo peor, no aprendía la lección.

Me fui a clase esperanzada de que estuviera ahí... Pero ella no estuvo ahí. Mis amigas me preguntaban que me ocurría y yo al contarles lo que me ocurrió me comenzaron a abuchear aunque también entendieron cómo me sentí por él. Pero eso no tenía excusa alguna, soy lo peor...

Las clases transcurrieron lentamente, y ella no regresó. Me tenía muy preocupada. ¿Y si le ha pasado algo? ¿Y si me odia?. Miles de pensamientos comenzaban a aparecer hasta que dio la campana de la última clase.

El cielo estaba nublado y eso me traía malos recuerdos. Tenía miedo. Caminaba cada vez más rápido hacia casa notando qué una presencia me seguía. Tenía miedo. Me esperaba lo peor pero aún así continué caminando. Quería llegar a salvo a casa para así poder disculparme con Alexa...

Estaba feliz, me encontraba tan solo a una manzana de mi casa pero un agarre fuerte en el brazo me detuvo en seco, tenía miedo de girarme y que fuera él, pero algo me atrajo al lado opuesto de una manera cálida pero al mismo tiempo fría...

ALEXA

Iba de regreso a casa hasta que volví a notar esa presencia cerca de Skyler. Retomé el camino y me escondí. El hombre iba con traje y no le distinguí por lo que me quedé a la espera de que Skyler saliera del colegio. Mi ira se apaciguó y volví a mi yo. Me siento tan idiota por haberla intentado GOLPEAR. Soy de la peor calaña...

Pasado un tiempo, Skyler salió del colegio, pero mi mejor amiga Anne me llamó diciendo que iba a venir a mi ciudad, dejé de atenderle cuando me acordé de la situación en la que estaba, miré a mi al rededor y ocurrió lo que más temía.
Perdí de vista a Skyler y a ese hombre, maldita sea, que gilipollas que estoy siendo últimamente. Corté la llamada y fui corriendo con prisas y angustia por ellos por un atajo. A lo lejos vi como ese hombre agarraba con fuerza a mi Skyler del brazo. La cogí separándolo de ese hombre y la tapé en mi pecho. No quería que le viera la cara por si esa persona, era la que tanto daño le hizo daño a mi pequeña.

El hombre me miró con odio y luego bajó la mirada a Skyler y río. Antes de que pudiera decir algo él corrió y huyó. Yo me quedé con Skyler la cual se encontraba temblando de miedo.

- Ey, pequeña soy yo. Nadie te va a hacer daño mientras estés conmigo. 

- Te lo prometí.¿Alexa?, yo... Perdón, no quise hacerte eso, no eras la Alexa de siempre, eras diferente, y yo... Actúe sin pensar... Per...

La callé al ver que lloraba y la abracé con mucho amor a mi, me apoyé en la pared, y fui descendiendo con ella en mis brazos, mientras que le acariciaba la espalda.
Estuvimos un par de minutos abrazadas hasta que se relajó finalmente.

Tomé su mano con la mía y la levanté. La llevé a su casa cogidas de la mano. Ella andaba cabizbaja y eso me dio mucha pena y enfado porque ese hombre la hizo perder su sonrisa.

- Eh, ¿qué ocurre? - pregunté bajando mi mirada.

- Yo... Tenía miedo a que me odiaras... - dijo agachando aún más la mirada.

- Idiota. Soy incapaz de odiarte. Mira, no soy de explicarme bien y soy así. Cuando te rocé la mejilla sentí calidez y me recordaste a una persona que me dañó mucho. Quise ocultar esos sentimientos y recuerdos en el fondo de mi corazón, pero los abriste. Soy una persona terrible. Estuve apunto de hacerte daño aunque te prometí que jamás te haría daño. Perdóname.

Ella se giró sorpresivamente y enlazó nuestros dedos. Bajé mi cabeza porque tenía miedo a su reacción y ella se puso de puntas y me besó en la frente. Fue cálido y especial. Tras eso juntó nuestras frentes y sus pequeñas manos rodearon mi rostro.

- No hay nada que perdonar tonta. Olvidemos lo de ayer. Yo... Retrocedí porque me recordaste a él, y mi cuerpo actuó así. Me gusta que te abras conmigo. Te quiero mucho Alex.

Sus palabras entraron en mi corazón, ella me daba vida, era mi fuente de vida...

Eres mía pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora