Eres mía pequeña

ALEXA

Al salir sentí a ese hombre de nuevo cerca. No sé, tenía un peculiar olor y presencia que hacia que se me pusieran los pelos de punta. Debía apresurarme en llegar a casa por si acaso. Algo me decía que iba a ocurrir algo no precisamente bueno, por lo que contacté con su madre.

- Señora, él está cerca, tenga cuidado, estaré en la casa en 6 minutos. Solo una cosa, si ve que no le escribo un mensaje en ese intervalo de tiempo, vaya a la estación de policía diciendo que un hombre extraño ha estado rondado por su casa varios días y que ha atacado a su hija co anterioridad, dígale lo de esa persona también para precaver y venga lo más rápido posible. Si no contesto en un margen de 10 minutos, llame también a la ambulancia.

- Está bien cuídate hija, rezaré para que no pase nada.- No sé preocupe por mí, tengo experiencia en las artes marciales.

Corté la llamada y salí rápidamente del mercado. Fui a casa y me di cuenta que todo estaba a oscuras. No oía nada y la puerta de entrada estaba cerrada. No sé que plan creó mi mente, pero me subí por la tubería al segundo piso con dificultad. Me dirigí a su habitación y ahí la vi, aterrada con su blusa rota y siendo manoseada por ese degenerado. No podía ver muy bien, pero pude observar que lloraba, algo en mí se encendió y rápidamente entré a la habitación de al lado.

Mi Sky gritó mi nombre y ahí entré. Estaba dirigiéndose a su zona y antes de que llegara le di una patada en el abdomen. Por la fuerza, fue derribado afuera de la habitación.

- ¡Jamás le vuelvas a ponerle un puto sucio dedo tuyo a ella, porque te mato hijo de puta!, ¡jamás!

Estaba furiosa pero logré mantener fría mi cabeza. Me dirigí a Sky, estaba echa pelota llorando. Eso me partió el corazón, el verla en ese estado..

- Alex...- Shh pequeña, ya estoy aqui. No voy a dejar que te pase nada, te lo prometí, ¿recuerdas?

La abracé con toda la fuerza que tenía, mostrándole como me importaba. Estaba temblando y tiritaba. Mi furia comenzó a surgir de nuevo, cuando se levantó.

- Bueno bueno que tenemos aquí, otra nueva presa. - comenzó a reír. 

Su voz me causaba nauseas, y Sky estaba aterrada diciendo que no me hiciera nada.

Él se acercó e intentó darme un puñetazo que esquivé y le devolví con fuerza. Él logró conectar un puñetazo en mi cabeza pero no me retracté y le golpeé de nuevo haciendo tosiera dándole de nuevo en el abdomen.

El golpe me dolía, pero por proteger a Sky resistí. Me tambaleé y me comencé a marear un poco.

- Si no puedo tenerte a las buenas, te tendré que domar a las malas.

Se abalanzó hacia mi, y yo hice lo mismo. Tenia el puño cerrado por lo que supuse que me quería dar un puñetazo, pero no fue así.

- ¡Alex aléjate, tiene una navaja!

Logré escuchar lo que dijo e intenté esquivar el golpe, sin logro alguno, clavándomela en el costado izquierdo. Grité de dolor y me pateó en el lado herido. Caí al suelo sangrando y dolorida, hasta que me di cuenta que se dirigía a Sky. La tiró de la cama tirándole del pelo y cuando le iba a patear la abracé y recibí el golpe.

- Alex, no por favor estás sangrando. - intentaba apartarme pero no lo logró.

- Idiota, voy a protegerte con todo mi cuerpo si hace falta y no voy a permitir que te vuelva a tocar.

Patada tras patada, el solo reía y yo gritaba. Abrazaba con más fuerza a Skyler y ella a mi. Ella intentaba calmarse, mientras que yo le decía que todo iba a salir bien.

La puerta se abrió y pude ver a cinco policías armados y a la madre de Sky llorando.

- Suéltelas ahora mismo y se tendrá en cuenta en el juicio.

- Está bien perdí. No se preocupen, esto ya ha acabado. - se levantó, pero vi un gesto raro en su cuerpo.

Se giró y con la navaja apuntaba a Skyler. El policía disparó y le dio en el estómago pero él se abalanzó con las pocas fuerzas que le quedaban de nuevo contra Sky. En un movimiento rápido golpeé con las pocas fuerzas que tenía su costilla y agarré la navaja con mi mano cortándome y él muriendo en el acto.

Mi cuerpo apenas respondía, sentí que me caía pero me sujetaron.

- Alex... Perdóname. Por favor... Por mi culpa...

La callé y la abracé, la rodeé entre mis brazos y le acaricié la cabeza.

- Shh no pasa nada tranquila, él jamás volverá a tocarte. Eres mía pequeña, nadie te va a hacer llorar mientras que esté yo.

Ella lloraba y yo la abrazaba, hasta que sin darme cuenta nos dormimos juntas, abrazadas y con pequeñas lágrimas bañando nuestros rostros, pero no de miedo sino de felicidad.

Dios, hijo ** ****, como te atreves a tocar a mi Skyler SACRILEGIO, y a golpear a mi niña Alexa, te dejo estéril. 🤬😤

Alexa, te como la cara por haberla protegido, es más te preparo el altar. ✨🖤🛐