Capítulo Ocho

4.7K 455 12
                                    

╔═══════╗

"Que vean

que son

una amenaza"

╚═══════╝






━━━━━━━━❪❂❫━━━━━━━━

━━━━━━━━❪❂❫━━━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━❪❂❫━━━━━━━━




Capítulo Ocho: Potenciales Tributos

Cuando ambos jóvenes bajaron de la carreta, fueron conscientes de la mirada repleta de odio de los tributos del Distrito dos. El chico de cabello castaño y músculos enormes observaba a Kairo con odio, pero cuando observaba a Cattilea se reía junto a su compañera, como si se burlarán de ella. Provocando que la pelinegra levantará la ceja con incredulidad. La tributo del dos era más alta que ella, le llegaba al hombro a su compañero de distrito.

- ¿Qué les sucede a estos? - preguntó Kairo con extrañeza una vez los del Distrito 2 se unieron a sus mentores, Enobaria y Brutus. La primera era morena y tenía dientes afilados como una piraña mientras que el hombre era grandote y calvo. Los ojos del rubio brillaron al ver a la mentora - Catty, mira, es Enobaria...sus juegos fueron increíbles - murmuró con fascinación al ver a la mujer piraña. Cattilea sintió un escalofrío al ver como se arregló los dientes como recordatorio de cómo se volvió vencedora; arrancándole con éstos la garganta al último tributo.

Cashmere se acercó a sus tributos, Cattilea notó que Gloss iba atrás de ella con su traje completamente blanco impoluto y sin su saco negro de brillantes, el cual poseía antes de desaparecer.

La vencedora posó sus ojos azules donde miraban sus dos tributos y notó como el tributo masculino del distrito siguiente al de ellos continuaba observándolos, sobre todo a Kairo. Frunció el ceño y suspiró, apostaba que él sería el primero en romper la alianza profesional y al que atacaría sería al rubial.

- Ignóralo, por ahora - le dijo con seriedad, ambos se miraron - en la Arena no le saques el ojo de encima - agrego en un susurro tras ver a los tributos de Finnick pasar junto a ellos. La rubia notó que no eran muy alentadores, pero podían poseer alguna habilidad y el molesto de Finnick les diría que se unían a su Alianza. Éste aprovecho la cercanía y miro a los ojos de Cattilea, quién ya lo observaba con desconfianza. Éste rio divertido y le guiño el ojo izquierdo cuando pasaba junto a Gloss.

- Demonios, tenemos dos en mira - murmuró el mentor con cansancio, Cattilea temió que el hombre no quisiera trabajar con ella y dedicarse solo a Kairo por culpa de Finnick. El rubio volteó a ver a sus tributos - apurémonos, tenemos mucho de qué hablar.








La Princesa ZafiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora