Cap. 13

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 - No me hables. - sentenció enfurecida Marinette al pasar al lado de su mejor amiga, una vez bajadas ya las escaleras y de nuevo en el patio de la escuela. 

En un principio, Alya la miró confusa, pero en pocos segundos cayó en cuenta de la situación: el plan no había salido como habían planeado y, por lo tanto, había fracasado, además de que por el semblante y el tono enfurecido de la azabache, deducía que todo había sido un verdadero desastre. 

Todos sabían desde el principio que era arriesgado llevarlo a cabo, mas, Adrien insistió tanto que la pareja de morenos tuvo que darse por vencida y ceder a favor de su amigo. 

Lo habían preparado todo con sumo cuidado, prestando atención a cada detalle, con el fin de que Marinette hiciera las paces de una vez con él, pero el destino, caprichoso como siempre, se había tornado en contra de ambos jóvenes y les había jugado de nuevo una mala pasada. 

No obstante, estaba segura de que, aunque el plan no hubiera funcionado, no sería el único intento de Adrien; él seguiría persistiendo lo que hiciera falta para recuperar a la peliazul, lo que le hacía debatirse entre si el rubio era tan persistente porque en el fondo sentía algo más por su amiga o simplemente era por mera culpabilidad y mala conciencia. No obstante, fuere lo que fuese, sus intenciones eran sinceras y verdaderas y, por ello, estaba dispuesta a seguir ayudándole. 

Aunque era cierto que Adrien había cometido un gran fallo, ahora, la que de verdad estaba cometiendo un error era Marinette al insistir en alejar a una persona que tan importante en su vida había sido como el rubio y, por ello, tenía que intervenir.

- Marinette, espera. - le pidió agarrándola del brazo para intentar detenerla. - Podemos explicarlo. 

La peliazul se volvió furiosa hacia ella y se soltó con fiereza de su agarra en un brusco movimiento. 

- No necesito que me expliquéis nada, ya está todo dicho. - la contradijo con cara de pocos amigos. - Y ahora mismo me voy de aquí, no estoy preparada para soportar estar todo el día al lado de "mi mejor amiga", la que me ha traicionado y ha decidido ponerse de lado de... bah, da igual, todos ya sabéis de quien hablo - explicó gesticulando exageradamente en el aire con ambas manos para, acto seguido, comenzar a caminar hacia la puerta de la escuela dispuesta a irse. 

La de lentes la siguió a paso acelerado para alcanzarla y situarse delante de ella, dispuesta a frenarla y evitar que se marchara.

- Marinette, tienes que escuchar a Adrien... Todo ha sido un malentendido, dale la oportunidad de explicarse. - le suplicó sujetándola de los hombros y clavando su mirada en los zafiros de esta.

- ¿Me estás diciendo que tú también te vas a creer su excusa de que todo ha sido un malentendido? - preguntó incrédula. - ¡Dios mío! ¡Si estabas allí mismo! ¡Lo escuchaste todo! - continuó sorprendida. 

- Tienes que creerle, por favor... - volvió a rogarle. - Tú aún le amas, no puedes hacerte esto. 

Nada más que tales palabras salieron de su boca, la peliazul se apartó bruscamente y, esquivándola, empezó a bajar las escaleras en dirección a su casa. 

- Te equivocas, yo ya no siento nada por él. El pasado, pasado es y pasado está. - determinó con firmeza. 

La aspirante a reportera la observó marcharse manteniéndose en una postura estática hasta que, pocos segundos después, llegaron su novio y  el rubio. 

- Vamos... pronto se arreglará todo. - intentó tranquilizarla el moreno dándole un abrazo. - Por lo menos lo hemos intentado. - se sosegó. 

- Lo siento, Adrien. - se lamentó Alya dándole una palmadita afectiva en el hombro. - Pero no te desanimes. Es Marinette, acabará perdonándote. - intentó esperanzarle. 

𝑺𝒊 𝒍𝒐 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒅𝒐 {ℒℯ𝓂ℴ𝓃} - Marichat / Adrinette - PINK T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora