Cap.7

297 13 0
                                    

Al fin el temido lunes había concluido en la ciudad parisina para dar lugar a un nuevo día, lleno de nuevas oportunidades, el cual empezaba bien para la azabache, quien había quedado con Luka por la mañana al este haberse ofrecido amablemente a acompañarla a la escuela. 

Sin embargo, a diferencia del día de ayer, se había quedado dormida, como era ya conocida costumbre en ella, provocando así que tuviera que realizar su rutina mañanera a contra reloj.

No obstante, consiguió estar preparada en un tiempo récord y para cuando salió por la puerta de la panadería se encontró al peliazul esperándola apoyado en esquina mientras revisaba su móvil.

- Buenos días, Luka - saludó llamando su atención. - Por favor, dime que no te he hecho esperar mucho... 

El chico se enderezó y mirándola tiernamente respondió:

- No te preocupes, Mari. - la tranquilizó. - Solo llevo aquí un par de minutos. 

La chica sonrió con dulzura, más aliviada, y le ofreció la mitad croissant que acababa de coger de la panadería a modo de desayuno exprés.  El guitarrista lo recogió de su mano y le agradeció el gesto, para, posteriormente emprender ambos el camino a la escuela mientras degustaban el delicioso y casero dulce. 

No llegaron a terminar de atravesar el paso de peatones que se encontraron a una Alya con semblante extrañado andando hacia ellos apresuradamente en un intento de alcanzarles. 

 - Luego me tienes que explicar qué hacías con Luka - susurró en el oído a su amiga cuando llegó a su altura. 

- ¿Es en serio? - exclamó Mari con pesadez. - Solo somos amigos, no pienses nada raro. - la reprochó. 

- Si tu lo dices... - rio sarcástica Alya. 

Unos cuantos metro más y llegaron a la escalera principal de la escuela. En verdad no tenía mucho sentido que Luka la acompañara viviendo a solo unos metros de aquel lugar, pero le había parecido un gesto tan dulce y disfrutaba tanto de su presencia que se vio incapaz de rechazar su propuesta. 

- Bueno, supongo que ya hemos llegado. - dijo el peliazul riendo. 

- Sí, no es que haya sido un trayecto muy largo. - continuó Mari. - Aún así, gracias por haberme acompañado, Luka. - le agradeció con una gran sonrisa en su rostro.

El guitarrista metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón y balanceándose un poco sobre sus talones prosigió:

- No tienes que agradecerme nada... Sabes que me encanta pasar tiempo contigo. - reconoció robándole un leve sonrojo a la chica. 

Alya, quien se encontraba admirando la escena al lado de su amiga, decidió intervenir y disuadir aquel ambiente que se había creado entre ambos para que Mari y ella pudieran entrar a clases, puesto que llegaban tarde. 

- No quiero interrumpir ni nada, pero llegamos tarde. - informó mostrando la hora en la pantalla de su teléfono. 

Marinette abrazó a Luka en un repentino acto y se despidió de él moviendo la mano mientras se dejaba arrastrar por la de lentes hacia las escaleras.

- ¡Adiós, Luka! - gritó desde la lejanía. 

***

Al fin había terminado la jornada escolar para los estudiantes, los cuales se disponían a salir del centro con alegría por haber dado por terminado aquel martes. 

Alya y Marinette recogieron y guardaron sus cosas en las mochilas y tras ello salieron del aula y atravesaron el patio en dirección a la entrada del recinto. Justo cuando bajaban las escaleras conversando, Marinette notó como algo la detuvo, o más bien, alguien que la agarraba del brazo derecho.

𝑺𝒊 𝒍𝒐 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒅𝒐 {ℒℯ𝓂ℴ𝓃} - Marichat / Adrinette - PINK T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora