Cap.9

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Los rayos de sol habían comenzado a filtrarse por la ventana de la peliazul provocando que esta se refugiara bajo la manta. No obstante, sus intentos de seguir durmiendo se vieron acabados cuando el sonido  del despertador inundó la habitación acompañado por gruñidos procedentes de debajo del edredón.

- Vamos, Mari, llegarás tarde a las clases - le avisaba Tikki intentando levantar las mantas.

- Oh, venga ya... - se quejaba esta asomando la cabeza al fin. - ¿Llegar tarde a qué? ¿A otro día ignorando a Adrien?

La de orbes celestes resopló abatida y se dejó caer de nuevo hacia el almohadón provocando que la pequeña kwami de color rojizo rodara ambos ojos y se cruzara de brazos. 

***

Cuando su coche llegó, Adrien se bajó de él y echó una rápida ojeada alrededor con el fin de distinguir a alguno de sus amigos. Miró hasta que sus ojos se posaron en la pareja que se encontraba conversando a los pies de la gran escalera de la entrada principal. 

- Nino, Alya. - saludó el rubio acercándose a ellos con grandes zancadas. 

Ante sus palabras ambos se volvieron hacia el chico con expresiones totalmente contrarias, Alya con una mirada de resentimiento y Nino con una gran sonrisa:

- ¡Bro! - saludó el moreno nada más verlo. - ¿Qué tal te va hoy el día?

El Agreste pareció hacer oídos sordos a su pregunta ya que, en vez de contestarla, formuló otra nueva que no guardaba relación alguna con aquella:

- ¿Y Marinette? 

Nada más escucharlo pronunciar su nombre Alya pegó un respingo sorprendida y comenzó a abrir los ojos al máximo de su capacidad:

- ¿Y a ti qué te importa? - dijo a modo de respuesta dejando al rubio sin expresión alguna. 

El de lentes suspiró ante el comportamiento de su novia y decidió intervenir:

- Alya... deja de ser así con él.  - lo defendió ante la tanto atónita como enfadada mirada de la chica. 

- ¡¿Qué haga qué?! - gritó irritada. - ¿Acaso sabes lo que ha hecho? 

Nino se mostró confundido ante aquellas palabras. Lo cierto es que no, no lo sabía. No tenía ni el más mínimo ápice de idea de aquella trama que sus tres amigos se traían consigo. Sin embargo, él era Adrien, su mejor amigo, y confiaba ciegamente en la inocencia de este. El rubio le había demostrado en más de una ocasión sus valores, y por esto mismo, no dudaba en defenderlo sin tan siquiera conocer la causa. Seguro que todo esto no sería más que un malentendido, porque si no, ¿Qué más podría ser?

- Nino, Alya tiene razón.  - reconoció ante la inquisitiva mirada de este. 

- Vale. - comenzó a decir. - Ya me estáis contando qué demonios es lo que está pasando aquí, porque me estáis empezando a asustar. 

Alya lo agarró del hombro y lo condujo hacia las escaleras. 

- Vamos tarde así que te lo contaremos mientras caminamos hacia el salón de clases, ¿OK? - lo convenció la aspirante a periodista, a lo que Nino accedió con un movimiento de cabeza afirmativo. 

***

Rin, rin... rin, rin... rin, rin...

- ¿Diga? - contestó una voz adormilada a través de la línea. 

- ¡MARINETTE DÓNDE ESTÁS! - gritó Alya a modo de respuesta consiguiendo despertar a la azabache y enderezarla al instante. 

Al comprender lo que pasaba, la peliazul desbloqueó el móvil lo más rápido que pudo para observar la hora y nada más ver los números que en ella aparecían lanzó el teléfono dejando escapar un grito. 

𝑺𝒊 𝒍𝒐 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒅𝒐 {ℒℯ𝓂ℴ𝓃} - Marichat / Adrinette - PINK T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora