Era una mañana soleada y preciosa, más, no tanto para los estudiantes, pues era lunes y eso significaba la vuelta a las clases.
Marinette, sorprendentemente no se había quedado dormida, al contrario, se había levantado incluso una hora antes de que sonara el despertador. Hoy se encontraba mucho más descansada y es que, anoche, tras la visita de Chat, al fin pudo conciliar el sueño durante unas horas. No obstante aún seguía conservando unas notables ojeras que intentaba tapar esparciendo abundante corrector en la zona.
- Creo que debería quedarme en casa - le dijo la peliazul a Tikki mientras extendía con una esponjita la base de maquillaje por la zona.
- De eso nada, tienes que afrontar tus miedos, Marinette. - la aconsejó sabiamente la criatura rojiza. - No puedes estar huyendo de Adrien toda la vida.
- Ya... Lo sé Tikki, lo sé... Pero no puedo evitar sentirme incómoda solo de pensar en estar en el mismo lugar que él durante horas. - confesó con pesadez. - Y además, ¿Qué le digo a Alya? ¿Qué todavía no lo he superado? ¿Qué le metí cuando le dije que él ya era pasado?
Tikki se sentó en el tocador de la ojiazul y con una mirada esperanzada intentó instaurarle algo de tranquilidad a su portadora:
- Vamos... El tiempo lo arreglará todo - le expuso segura de ello.
La azabache suspiró profundamente y tras finalizar con su misión de cubrir las ojeras que tantos días la llevaban ya acompañando, guardó los utensilios de maquillaje en uno de los cajones del mueble.
- Eso espero, Tikki. - contestó casi en susurros.
***
- Plagg, definitivamente tengo que pedirle perdón - decía Adrien mientras se ponía su camisa negra de rayas habitual, a lo que el mencionado rodó ambos orbes.
- Agg, que repetitivo... - contestó el kwami desde uno de los bordes del sofá del rubio. - Pídele perdón de una vez y deja de pensar en ello tanto. - expresó cansado ya de haber escuchado aquel tema innumerables veces durante el fin de semana. - Y ahora... ¿Por qué no hablamos mejor de quesos?
El ojiverde ignoró la pregunta de su pequeño compañero, y prosiguió:
- Espero que todo salga bien. No podría perdonarme que sufriera injustamente - expresó preocupado. - Solo quiero que todo vuelva a ser como antes con ella...
***
Alya se encontraba hablando con Nino en uno de los escalones de la entrada de la escuela. Estaban intentando ponerse de acuerdo sobre qué caricatura de Ladybug era mejor para publicar en el Ladyblog, más, no estaban obteniendo resultado alguno puesto que sus opiniones eran muy distintas.
Fue entonces cuando Marinette llegó hasta donde ambos se situaban, y los saludó amablemente, interrumpiendo el debate número cien que habían tenido desde el inicio de la charla:
- Hola, Alya. Hola, Nino. ¿Qué hacen?
- Pueees intentar que Alya publique la mejor foto en el ladyblog - contestó el moreno aburrido.
- ¡Agggggggggggg! - exclamó Alya molesta. - Verás, Nathaniel ha realizado unas caricaturas de Ladybug para el blog y no conseguimos decidir entre cual publicar. - le explicó a la azabache.
Marinette, divertida por aquella situación se interesó en el tema:
- ¿Puedo ayudar? - preguntó soltando una pequeña risilla.
- ¡POR SUPUESTO! - exclamó Alya con un perceptible ápice de desesperación. - Elige entre estas dos opciones - le pidió mostrándole la pantalla de su móvil.
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𝑺𝒊 𝒍𝒐 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒅𝒐 {ℒℯ𝓂ℴ𝓃} - Marichat / Adrinette - PINK T.
Romance¿Por qué tardó tanto en darse cuenta? ¿Qué clase de chiste era aquel? ¿Justo tenía q enamorarse de ella ahora que estaba saliendo con Luka? Desde luego que era experto en meter la pata. Y todo porque él se equivocó, la cagó demasiado, y provocó que...
