2 - "Aceptar Quienes Somos"

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Capitulo 2

Después de media hora de esperar a la señorita Roggers, me cansé y decidí buscar que hacer, algo mejor que ver a mis patéticos compañeros de clase tirarse papeles llenos de saliva, así que me fui a la parte de trasera de la escuela y me recosté sobre una pared; hace algunos días había encontrado este lugar, no venía casi gente, algo irónico ya que a unos metros estaba la cancha de futbol, sin embargo, a esta distancia todo el ruido de los entrenamientos y de las clases de Educación física eran menor. Opte por ponerme los audífonos y dejarme llevar por la música, después de un rato de tranquilidad, como era de esperarse, alguien me interrumpió chocando con mi cuerpo y cayendo al piso.

— ¿¡Eres idiota!? — dije de mal humor sobándome la cabeza, pues la rodilla del chico había chocado con esta.

— Lo siento mucho — dijo mientras de reojo veía como se levantaba y sacudía su pantalón

— ¿¡Para que mierda tienes ojos si no los sabes usar!?- El chico se arrodillo para quedar a mi altura y acercó su mano a mi cabeza en un intento fallido de sobarla.

— ¿Qué carajos haces? — chille alejándome un poco de él — no me toques

— Solo intento ayudar — comento el chico dándome una mirada de incomodidad y disgusto, posiblemente por la forma en que le hable.

— ¡Douglas, deja de coquetear y tírame el maldito balón! — escuché que gritaban detrás de mí, de inmediato vi como el chico fruncia el ceño levemente, tomo un balón que estaba detrás de él y lo lanzo, para luego mirarme y darme una sonrisa ladeada

— Lo siento mucho enserio, no te vi ahí sentada – se levantó y estiro su mano

Ignore su "gentil" gesto, me levante del suelo, sacudí el pasto de mi ropa y me fui dejándolo detrás de mí y así es como mi momento de tranquilidad se había esfumado gracias a un idiota.

***

— ¡oh dios mío niña! ¿Qué mierdas te paso? — pregunto la castaña, al verme con un notable moretón en la parte de arriba de mi frente.

— Un idiota chocó su rodilla con mi frente — dije tocándome el moretón, que por cierto aun dolía.

— ¿Qué estabas haciendo para que su rodilla te destruyera la frente? — dramatizo intentando suprimir una risa.

— Yo estaba sentada tranquilamente, el idiota no supo hacer la función básica con sus ojos y estrello su rodilla en mi frente — dije molesta a lo que la chica a mi lado no aguanto y soltó una carcajada.

Abbie y yo habíamos empezado a entablar una relación de "amistad" desde hace ya varios días, resulta que teníamos mucho con común, para aun así ser muy diferentes, ella era una chica más "lujosa" por decirlo en pocas palabras, se preocupaba por su físico, además de ser bastante carismática, a diferencia de mí que odio relacionarme con otro ser humano y uso el mismo pantalón tres veces seguidas o al menos hasta que lo vea sucio; lamentablemente hace unos días su padre fue ascendido, así que quiso mandarla a una escuela privada y como no llevábamos mucho del semestre fue más fácil que la transfirieran. Aun así, hemos estado en contacto y salimos de vez en cuando después de la escuela.

La verdad es que ella es una chica muy agradable, graciosa y gentil, más allá de todo lo físico, básicamente es de ese tipo de personas que cuando hablas con ellas, te trasmiten tanta confianza que sientes como si las conocieras de toda la vida. He podido contar varias cosas sobre mí, sin sentirme juzgada, ni un bicho raro, entre esas cosas incluida la historia con mi vieja amiga o parte de ella, por suerte cuando le conté, no dijo nada, ni siquiera pregunto el por qué lo hacía, creo que entendió que no era un tema fácil de lidiar, así que opto por contarme su primera vez comiendo Happy Brownies; se mal viajo tanto que no volvió ni siquiera a probar un cigarrillo.

Hola, Blanca ✔️(completá)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora