VII. Esos Momentos...

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Peter se había quedado petrificado ante mi afirmación, tenía los ojos como platos y si abría más la boca probablemente se le caería la mandíbula al suelo. Yo estaba a punto de soltar una sonora carcajada ya que su cara era de verdad cómica.

-¿¿E-Encerio??- dijo tartamudeando.

-Bueno... Tomando en cuenta que no tengo ni la menor idea de qué ibas a preguntar... No lo sé.- dije con una sonrisa un poco forzada.

El se relajo y bajó la mirada al suelo, de lo más nervioso que lo había visto jamás. Se agarró la nuca con la mano y con la otra tomó las llaves de lo que supongo que era su auto.

-Tengo que irme... Perdón con incomodarte... Y dile a tu hija que le mando un beso y un abrazo.

-Aha... Adiós.

Y cuando menos acordé, ya estábamos en la puerta. Las muletas bajo mis brazos empezaban a molestarme. El salió despidiéndose con la mano y yo hice como que no lo vi porque no podía verlo a los ojos sin temblar y de por sí mi pierna me dolia muchísimo. Cerré la puerta y camine a la habitación de Daniela un poco... O bueno MUY nerviosa. ¿Y si Peter tenía razón y ya estoy a un paso de que me digan "suegra", la verdad no sé si estoy preparada para eso. Toqué la puerta y como no recibí respuesta, la abrí no sin antes asomar un poco la cabeza para asegurarme de no estar arruinando un lindo momento. Casi suelto un torpe "Aw" al ver a ambos dormidos, Daniela recargando su cabeza en el pecho de Daniel. Estaban viendo Bob Esponja... O bueno, ya no tanto viendo. Apagué el televisor y luego de darle muchas vueltas al tema y de ver que eran las 11:27pm, decidí que no los despertaría y dejaría que él se quedara a dormir. Pero claro, como la madre obsesiva que soy me acosté en la cama de Daniela, donde tenía una vista perfecta de ellos dos, y cerré los ojos tratando de dormir.

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La luz que se filtraba por la ventana no me dejaba ver bien ya que mis ojos aún no se acostumbraban a otra cosa que no fuera la obscuridad de mis párpados al dormir. Mi hija seguía dormida sobre Daniel, el cual se veía demasiado inocente al dormir. Me paré con cuidado, no solo para no despertarlos, sino que también para no lastimarme. Recordé que ya era martes y que Daniela tenía que ir a la escuela... Aun que quizá, solo quizá, podría faltar un día mas, sé que parecía una niña rebelde de 14 años, pero por alguna razón al haber pasado tiempo con ella ayer me había dado cuenta de lo mucho que se había alejado de mi. A Daniel lo habían suspendido por toda la semana así que el tampoco iría al instituto hoy.

El timbre sonó y yo corrí-brinque hacia la puerta lo más rápido que pude con la ilusión de que fuera Peter quien estuviera tras la puerta con un ramo de rosas, una caja de chocolates y...

-Hola Janette... ¿Como estás?- dije tratando de no sonar tan horriblemente grosera con mi ama de llaves.

-Hola Señora Adelyn, estoy muy bien gracias por preguntar.

-¿Podrás hacer pan francés para desayunar? Tenemos un invitado de Europa y creo que le hará gracia la idea.- dije dejándola pasar.

-¡Claro! Creo que le va a encantar a su invitado.

Se fue directamente a la cocina y dejó su bolso sobre la mesa.

Al entrar a la habitación de Daniela , ella ya estaba despierta, pero Daniel no. Mi hija estaba preparando sus cosas para tomar una ducha y yo me acerqué para ayudarla. Le sonreí cuando me vio y ella hizo lo mismo tomando todas las cosas entre sus brazos, antes de salir mirando detenidamente a Daniel, que se encuentra acostado en el sillón con apariencia inocente. Sonrío para mi misma al verla a ella tan feliz, pero al mismo tiempo me preocupa que algo le pase. Quizá solo soy yo con mi paranoia y aquel miedo que se creo dentro de mi cuando mi ex esposo hizo lo que hizo. Pensándolo bien quizá esa sea la verdadera razón de que no pueda darle una oportunidad a Peter, y eso de "No querer lastimar a mi hija" sea solo una excusa que mi mente se busca para no admitir que tengo miedo de que me lastimen de nuevo. Cuando salgo de mis pensamientos Daniela sigue contemplando al chico del sillón y agita la cabeza para volver a la realidad. Le pongo una mano en el hombro antes de que empiece a caminar al baño para tener toda su atención... Tengo una idea.

En mi Burbuja de SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora