🐺Capítulo extra 3

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Algunos años después:

Logan

Está mal lo que voy a hacer, lo sé, cualquiera pensaría que estoy loco o mal de la cabeza, eso también lo sé, pero no hay nada que un lobo no haría por su mate y esa es mi excusa.

Luck está en la sala viendo dibujitos con los niños, los niños están concentrados en la pantalla, Genna se está duchando y es el momento perfecto.

Cambié de forma e ignoré a Tax y a sus advertencias:

-Los vas a asustar- esa es la idea -Se van a traumar- no lo creo, ambos cachorritos son fuertes, lo superarán -Genna se va a enojar- dudé un momento, tal vez Tax sí tenga razón.

-Dijo mami que mañana nos traerá el desayuno a la cama, Luck- oí que Tai le contaba a su mejor amigo y guardia y este le sonrió, pero yo gruñí.

Si Genna le lleva el desayuno a la cama ellos se van a acostumbrar a dormir con nosotros y ya no lo aguanto, me patean, tiran de las orejas, jalan del pelo y hasta me tiran de la cama si tienen pesadillas y se mueven mucho.

Sí, es necesario, ya están bastantes grandes como para dormir con sus padres y yo necesito acción que no sea a escondidas o con miedo a que los pequeños nos descubran.

-No te va a salir, mis detergentes son listos- dijo Tax pero yo soy más listo, tengo muchos años más y con los años viene el conocimiento, la sabiduría...
-¿Dónde está la sabiduría en asustar a los niños para que tengamos sexo? Dile a Genna que ya están grandes y listo- se quejó y sacudí la cabeza mientras veía a mis cachorritos por la ventana desde a fuera de la casa oculto en la oscuridad de la noche.

-Genna se opondrá, a ella se le ocurrió llevarlos, yo me opuse desde el principio ¿Y sabes que pasó?

-Sigues quejándote, ya te dije que esa sopa es rica para ella, no te la da apropósito, ella cree que hace rica sopa y nosotros le decimos que sí porque aunque no esté rica, ella es nuestra mate y si usó sus bonitas manitos para cocinarnos lo menos que podemos hacer es sonreír y decirle :¡Mmm! ¡Que rico!- me dijo y lo ignoré una vez más, decirle eso sólo a provocado que me de más sopa.

Caminé en silencio tratando de no hacer ruido al pisar con mis cuatro patas y en silencio empujé la cabeza con la puerta, Luck se levantó rápido al oírme creyendo que se trataba de un intruso y se relajó al verme, me hizo una inclinación de cabeza y regresó a ver los dibujos con Tai y Jeremy.

Caminé en total silencio hasta mis hijos y cuando los vi muy concentrados salté sobre ellos esperando asustarlos y que corran a sus habitaciones, que Luck deba ir por ellos para calmarlos y que yo pueda encerrarme a solas con Genna, pero no resultó.

-Papi lobo- sonrió Jeremy y me acarició el pelaje, Tai se bajó del sofá y jaló de mi pelaje para que me agache, se me subió con la ayuda de Luck y tiró de mis orejas para que me mueva.

-Corre, corre ¡Papá, corre!- me tiró más fuerte de las orejas y bufé, es una mini Genna, no hay dudas de eso.

Gruñendo por lo bajo y rindiéndome a otra noche sin jugar al tutifruti comencé a caminar por la sala paseando a mi hija la cual se suponía que debía estar llorando o muy asustada porque un lobo quiso comérsela.

-¡Yo también quiero!- gritó Jeremy y corrió hacia nosotros, me tiró fuerte de la cola provocando que quiera morderlo y me agaché, Jeremy también se subió y Genna salió de la habitación con su tierno pijama de osa panda puesto y su cabello húmedo por la ducha.

Wolf-Love 1: Mi mate es una niña.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora