No puedo aceptarlo ©

Capitulo 23

Capitulo anterior en la perspectiva de

Logan

Salí del cuarto muy enojado pero no con ella, sino conmigo mismo, vi a Alex y a Harry en el sillón.

—Vamos afuera—les dije.

—¿Afuera al patio o afuera de la finca?—preguntó Alex.

—Afuera de la finca.

—¿Te peleaste con Addison?— preguntó esta vez Harry.

—No, solo quiero salir, van conmigo o se quedan—dije de mala manera.

—Ok, iremos—respondió Alex.

Salimos y nos dirigimos a la tienda ¿Por qué? Pues porque quería beber, me siento mal de saber que le pudo pasar algo por mi culpa, es que no me lo perdonaría.

—Ya bebiste mucho, Logan—habló Alex.

—Si mi mamá no hubiera entrado Addison podría estar en el hospital en este momento y todo por mi culpa.

—Ya deja de culparte, además tu no sabías nada de eso del azúcar— habló Harry.

—Pero de todos modos no debí sacarlos de sus maleta, invadí su privacidad—negué con la cabeza.

—Es tu pareja, era lógico que te preocuparas por su salud.

—Eso no me daba el derecho de hacer eso—me siento tan mal por haber hecho eso, pero dolió más ver como se asusto cuando grité, ni siquiera debí haber gritado, ¡Soy un idiota!

—Es mejor que nos vayamos ya— Alex me iba a ayudar a levantar.

—Yo puedo solo, Alex—me levanté, pero no, definitivamente no podría solo, me fui hacia un lado, pero menos mal Harry me alcanzó a sujetar.

—No puedes solo, ya vámonos.

Llegamos a la casa y Alex golpeó, mi madre abrió y se sorprendió al verme así, es que nunca me había emborrachado con ella, Alex me tenía de un lado y Harry del otro.

—Vamos a quitarte esta ropa para llevarte a dormir—me dijo mi madre.

—Nop, quie...quiero a Addison—balbuceo.

—Ella ya esta descansando, te llevaré yo—me regaña.

Alcé mi mirada y Addison estaba parada en la escalera, se veía tan tierna con esos pantalones y mi camisa que le quedaba como vestido, es tan pequeña, creo que yo le sacó dos cabezas, nuestras miradas se conectaron.

¿Qué me pasa con ella?

—Pero yo la veo ahí parada y se ve muy sexy con mi ca...camisa— mi madre la miró.

—Yo lo llevaré—murmuró, mi madre iba a decir algo pero ella la interrumpió—Tranquila, yo lo hago.

—Ok, cualquier cosa me avisas—murmuró mi madre para dejarme con ella.

Addison me subió al cuarto, no fue fácil de eso estoy seguro, pero lo hizo, me acostó pero ella se acostó un poco separada de mí, sentí unas inmensas ganas de vomitar pero no quería que ella me viera vomitando, trate de aguantar pero no pude.

—Addi...Addison—la llamé.

—¿Qué?

—Quiero vomitar.

—Ven—me levantó y me llevó al baño, vi que su cara cambio a una de asco al verme vomitar, creo que también le dieron ganas, pero no dijo nada.

—Vomité la camisa.

—Logan—suspiró y me quitó la camisa, sus ojos bajaron a mi abdomen.

Traviesa.

—Vamos lavarte los dientes—dijo mientras untaba mi cepilló con crema dental—Sostente del lavamanos.

—Mejor me sostengo de ti—sugerí riendo y pase mis manos por su cintura.

—Abre la boca—la abrí, se veía tan concentrada cepillando mis dientes, me dijo que me juagará pero con lo idiota que soy tome agua.

Me recostó en la cama y ella también, pero apartada de mi

—Tienes unos labios muy lindos y dulces—hablé arrastrándome hacia ella.

—No Logan estas borra...

—Por favor—le supliqué, solo quería abrazarla.

—Esta bien—sonreí y metí mi cara en cuello que olía a frutos rojos, la abracé por la cintura, tomé su pierna y la puse encima mío, me dejaba más acceso a su cuerpo y aroma.

—Hazme piojitos—le susurré, ella empezó a acariciarme el cabello y me quede dormido.

***

Me desperté y sentía un peso en mi cuerpo, abrí los ojos y vi que tenía abrazada a Addison y ella tenía su pierna encima mío. Recordé todo lo que paso anoche, ella me llevó a vomitar, incluso me cepillo los dientes y yo le supliqué para que me abrazara.

¿Por qué hice eso? De todos modos se siente bien estar así con ella y sobre todo su olor.

Frutos rojos.

—Buenos Días—susurró.

—Buenos Días.

—¿Cómo estás?—me preguntó.

—Me duele un poco la cabeza.

—Eso se llama resaca—se levantó—¿Me ducho o te duchas?

—Ducháte.

Addison salió de la ducha y yo  entre, después de arreglarme bajé, mi madre estaba en la cocina.

—Buenos Días—salude.

—Buenos Días—respondió un poco fría y me paso mi desayuno.

—¿Estás enojada?

—Enojada debería estar Addison, casi que no durmió por estar esperándote y tú llegas borracho— me reclamó.

—Lo sé, ya le pediré disculpas.

—Te ganaste la lotería con esa chica—murmuró.

—Lo sé.

—Solo espero que no lo arruines, Logan.

—No lo haré y hablando de ella
¿Sabes dónde esta?

—Está en el patio.

Tengo que pedirle disculpas y además agradecerle.

Desayuné con un poco de afán, al terminar tuve que lavar mi plato, ya cuando estuve libre salí de casa en busca de Addison al patio, desde aquí la puedo ver recostada sobre una manta, se veía tan indefensa y tierna. No sé que me esta pasando con ella, las cosas no son como antes, de eso estoy seguro, pero no sé con exactitud que es lo que pasa, a veces me dan ganas de besarla sin que nadie este cerca, rompiendo nuestra regla, quizás eso es lo malo, a mi siempre me ha gustado romper las reglas, solo para divertirme, y al tener reglas entre nosotros me dan ganas de romperlas.

Debe de ser eso.

A otro perro con ese hueso.

De verdad espero que sea eso, porque a de ser bien feo ser el único que sienta algo. No, pero yo no siento nada, solo estoy confundido porque todavía hay alcohol en mi cuerpo.

Dejando de lado todo eso comienzo a caminar hacia ella, pero hay algo que llama mi atención cuando me voy acercando más y más.