Capitulo 25

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Después de estar como media hora o más en mi habitación hablando de cualquier cosa que se nos viniera a la mente, bajamos y les avisamos a los chicos que nos daríamos una oportunidad claramente guardándonos la noticia del embarazo, los chicos nos felicitaron porque ya sabían la historia completa y esperan que podamos ser felices y eso yo también lo deseó, espero que algo por fin me salga bien. ¿Se preguntarán que paso con Max? Bueno pues el día en que me enteré que estaba embarazada decidí que era momento de terminar eso que claramente no era una relación, traté de ser muy amable, pues él mientras estuvimos juntos me hizo vivir muy buenos momentos felices, le dije que esperaba que encontrara a alguien que le diera lo que yo no fui capaz de darle, tampoco le dije lo de mi embarazo porque me sentiría muy mal si se entera que lo engañe, no quería que sufriera por mi culpa, él no se lo merece.

Acompañé a Logan a casa de su madre para recoger sus cosas y aprovechamos para decirle a ella y a los hermanos de Logan que también se encontraban allí, no puedo describir la reacción de Olivia, primero a lo de Liz se puso muy furiosa, nunca la había visto tan enojada, pero después al enterarse de que Logan y yo lo intentaremos, pues se puso muy feliz, nos abrazó por mucho tiempo diciéndonos que eso la hacía muy feliz y que también esperaba que fuéramos muy felices, pero con eso llegó la despedida de Logan, quisiera decir que no lloré, pero bueno las hormonas no me están ayudando en lo absoluto, quedamos en hablar todos los días por llamada ya que se quiere sorprender cuando vuelva y yo tenga mi panza más grande, cosa que no va a pasar porque tendré un mes, no me crecerá casi nada, nos despedimos con muchos besos de por medio, teníamos que recuperar el tiempo perdido y aprovechar el poco que nos quedaba antes de que se fuera.

***

Ya han pasado varios días desde que Logan se fue y ya tengo una cita programada con la Doctora Lewis para mañana viernes ya que Logan se escapará para pasar el fin de semana conmigo, algo que me alegra demasiado y así aprovecharemos para contarles a los chicos y a nuestras familias lo del embarazo, mi panza no ha crecido mucho dado que hasta tengo un mes, pero sé que pronto se notará dado a que mi abdomen es plano, espero que después del embarazo pueda seguir con mi figura intacta o tendré que volver al gimnasio, uno puede ser madre pero también es mujer y quiere tener su buen cuerpo.

Estoy en mi habitación recostada entre las sábanas porque ya es tarde, estoy cansada y con pereza de levantarme, sé que tengo que cenar ya que lo necesito por mi bebé, pero no se me antoja nada, o mejor dicho nada de sal.

—¡Buenas!— gritó Morgan entrando a mi habitación sin siquiera tocar.

—Hola—digo metida entre las sábanas.

—Vamos, mira que te he traído—agitó la bolsa que yace en sus manos.

—¿Qué es?—pregunté con sumo interés.

—Helado de vainilla, oreos y chocolates—me sonríe con complicidad.

—Ven para acá—le doy unos golpes a mi cama.

—Sabía que me aceptarías con esto—se burla.

—Tengo mucha pereza—me estiré— Pero también tengo mucha hambre de dulces.

—¿Así que vamos a ver a Logan pronto?—me pregunta.

—Mañana llega, esta mañana me llamó para avisarme—sonreí como una tonta.

—Ay, el amor—suspira para burlarse de mi.

—Solo dame el helado ya—le advertí para cambiar de tema.

—Hey, pero tengo que ir por las cucharas para poder comer—¿A quién se le olvida las cucharas para comer el helado?— Yo iré abajo por ellas y ya vengo.

—Bien, no te demores—salió de mi habitación cerrando la puerta.

Me concentré en mi celular revisando las redes sociales y algunas noticias mientras que Morgan subía con las cucharas que en este momento estoy deseando para poder comer mi helado. Tocaron la puerta y me sorprende que Morgan lo haga quizás para molestarme.

—Solo pasa Morgan—le dije sin quitar la mirada de mi celular—Ya quiero comerme este helado.

—Helado sin queso no es helado—levantó la vista para encontrarme a ese hombre que me hace tan feliz.

—¡Logan!—grité y no sé como salto de la cama a sus brazos enredando mis piernas en su cintura y él alcanza a tomarme para abrazarme.

—Con cuidado—me susurra antes de unir nuestros labios en un beso lleno de necesidad.

—¿Qué haces aquí? Se suponía que llegabas mañana—le acaricie el cabello.

—Quise darte una sorpresa—me sonríe.

—Pues si que me la diste—vuelvo a besarlo y le lleno la cara de besos.

—Veo que me extrañaste—acomoda sus manos en mis piernas.

—Si y mucho—enterré mi cara en su cuello.

—Yo también—me dio un beso en la cabeza—Pero ahora vamos a disfrutar de este rico helado que Morgan nos trajo.

—¿Ella lo sabía?—pregunto divertida.

Asiente mientras me lleva a la cama y nos recostamos abrazados, él quedando entre mi cuello y yo con la pierna sobre su cuerpo, como siempre.

—¿No íbamos a comernos el helado?—le pregunté mientras le hacía piojitos.

—Creo que me gusta estar más así—siento que sonríe sobre mi piel.

—Nos quedaremos un rato así, pero después tengo que comer—lo estrecho más hacía mi.

—Hablando de eso—mete su mano debajo de mi camisa y empezó a acariciar mi vientre plano— ¿Cómo estás?

—Muy bien, a veces con mareos y vómitos, pero nada grave.

—Estoy muy emocionado por la cita mañana.

—Yo también.

—¿Qué crees que será?—me pregunta mientras saca su cabeza para mirarme.

—Creo que niña.

—Yo prefiero niño, así no tendré que pelear con chicos más adelante—hizo una mueca.

—Yo también pensé que si es niña, los chicos serán muy sobreprotectores con ella.

—Eso es seguro—se ríe.

—Me encanta esta etapa de mi vida y lo mejor es que la comparto contigo—le doy un corto beso.

—Nunca llegué a pensar que podía ser tan feliz y mírame ahora.

No puedo aceptarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora