Capitulo 30

4.6K 231 1
                                    

Por un momento pensé que en algún momento de la película me había quedado dormida y estaba soñando—aunque ya sería raro estar soñando con él—pero ese pensamiento se fue cuando me habló.

—Bonitas fachas—se burló de mi vestimenta, ok, no era la mejor, pero no tenía que burlarse.

—¿Qué haces aquí?—pregunté cortante.

—Vengo a disculparme...

—No hay de qué disculparse y ahora, Adiós—dije seca y traté de cerrar la puerta pero el puso el pie.

Eso fue como un deja vú.

—Si tengo de que disculparme—insistió.

—Que no tienes.

—Addison, hablemos.

—No hay de que hablar, Logan.

—Si y no me puedes dejar aquí afuera, el helado se va a derretir— ya sabe que me puede comprar con helado, muy astuto Logan, muy astuto.

—Entra—dije de mala gana.

—Gracias—en cambio él habló con una sonrisa de lado a lado.

—¿No deberías estar jugando?—pregunté.

—Si debería, pero no lo estoy.

—¿Y por qué no lo estás?

—Era más importante hablar contigo y además dejé a Ethan a cargo.

Sentí algo en mi estómago por sus palabras, pero estoy segura que no eran mariposas, eran más como pequeñas avispas revoloteando.

¡No puedes sentir esas cosas!

Lo sé.

—¿Y el entrenador no te dice nada? Eres el capitán.

—Quizás se enoje un poco, o mucho, no lo sé—se encogió de hombros.

—¿No te da miedo que te regañe? O incluso te saqué del equipo.

—No, le diré que me sentí mal del estómago o de la cabeza antes del partido y tuve que irme a casa a descansar—le resto importancia.

—Ok—fue lo único que dije.

—Pasé por la heladería de la amiga de tus abuelos y te traje tu favorito—me paso un vaso con helado se vainilla y queso.

—¿Fuiste hasta donde Teresa?

—Si así se llama, entonces sí—se encogió de hombros—También te envió saludos.

—Gracias.

Nos quedamos un gran rato en silencio solo mirándonos de vez en cuando o mirando el helado que yacían en nuestras manos.

—Amm...¿Qué estabas haciendo?

—Viendo una película—dudé mucho en hacer la pregunta pero recordé que me trajo mi helado favorito y la hice—¿Quieres verla conmigo?

—Vale.

—Ven—lo guíe hasta mi habitación.

—Es muy bonita y organizada—comentó.

Mi habitación tiene todas las paredes blancas con una ventana que da a la calle (por la cuál me puedo escapar con facilidad, pero no lo hago) mi cama tiene el espaldar blanco con pequeños diamantes falsos y la cobija es de un rosado muy claro con las almohadas blancas y detalles rosas, tengo el televisor en frente de la cama, un pequeño escritorio blanco en una esquina y mi armario que esta en el otro costado de la habitación.

—Gracias—murmuré.

—Por un momento llegué a pensar que tu habitación era totalmente negra, ya que es tu color favorito.

—Que tonto, mejor hazte ahí— señale una parte de la cama, él lo hizo y yo me puse en el otro lado.

—¿Qué película es?

Amor de Medianoche.

—Vale.

Cuando ya estábamos en casi el final de la película Logan rompió el silencio.

—¿Ella muere?

—No lo sé—no quería dar spoilers.

—Oh vamos Addison, tú me pusiste a ver esta película y no me vas a decir que pasa, solo dime si muere.

—Yo no te puse a verla, te invité y tú aceptaste—me defendí.

—Solo dime—me hizo un puchero.

—No—mentí, quería que sufriera.

—Tienes que mejorar tu técnica para mentir—lo miré confundida—Estás jugando con tu cabello.

—Ni siquiera sabía que hacía eso cuando mentía—bufé y dejé de hacerlo.

—Ya lo sabes—se encogió de hombros.

—Si—hubo unos minutos de silencio pero Logan volvió a romperlo.

—Lo siento yo no tenía que meterme en eso...

—No Logan, tengo que disculparme yo porque saqué todo el enojo que tenía contigo.

—Si hubiera sabido que él era tu ex no te habría llevado allí— en ese momento me sentí en la confianza de contarle.

¿Está mal si le cuento? Que importa si lo esta, lo haré.

—Yo conocí a Matt hace dos años en el anterior instituto...—me interrumpió.

—Addison, no tienes que contarme.

—Pero quiero—él asintió y seguí—Yo tenía quince y él diecisiete, Matt era el capitán del equipo por lo que era muy popular, yo me sentí muy emocionada cuando él me empezó a hablar y después nos hicimos novios, yo estaba muy enamorada de él, pero todo cambio de un día para otro, me trataba mal o humillaba por cualquier cosa, pero lo peor era que a toda hora quería que yo tuviera relaciones con él y si yo me negaba él me chantajeaba con ir a buscar a otra para que le diera el placer que yo no le daba, así fue durante cinco meses, hasta que un día en frente de todo el instituto dijo que yo solo era una apuesta del equipo y que por cada mes que duraba conmigo era más lo que ganaba. Después de eso me fui del instituto y me pase al de Morgan ya que ella y yo nos conocíamos desde antes.

—Lo siento—murmuró.

—Al principio me dolía hablar o verlo pero ahora solo me da rabia o a veces me da igual—me encogí de hombros restándole importancia.

—Gracias—me abrazó, lo cual me tomó por sorpresa.

—¿Por qué?—me dejé abrazar, era acogedor.

—Por tener la confianza de contarme—yo solo sonreí.

—Pero no me arrepiento de nada, en este instituto me ha ido mejor que el otro, la gente es más amable, sin contar a Jessica—nos reímos.

—Lo bueno es que te pasaste a nuestro instituto, o no nos habríamos conocido—no supe como reaccionar a su comentario.

Si yo siguiera en el otro instituto nunca hubiera conocido lo que es fingir una relación mutuamente, pero es bueno hacer algunas cosas nuevas, es bueno innovar.

No puedo aceptarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora