Merezco algo mejor - ~Chrischard / Tillchard~

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-¿Pero están muy mal?.

-Richard, enserio, deja que Till vaya solo, todos estamos con una resaca terrible.-Le decía Oliver desde la otra línea, se supondría que tendrían una reunión con un representante de sello discográfico porque anteriormente ya habían prestado atención en ellos.

La fiesta había acabado, no sabía como había llegado a casa, imaginaba que Christoph era quien lo trajo.

Si bien la habían pasado bien, el licor no era una especialidad para todos.

Estaba cansado aun y solo tenia ganas de dormir, pasar de largo sin importar, ya que Khira nuevamente estaba con su abuela.

La madre de Till se ha hecho muy presente por cuenta propia al igual que su hijo, un poco más responsable.

-Esta bien, nos vemos.- se despidió y con resaca también, solo atinó a volver a la cama.

Se tapó hasta la nariz y se quedó mirando el techo.

Escuchó la llave de la bañera cerrarse.

Christoph tenía que bañarse temprano ante todo a diferencia de él.

Escuchó la puerta abrirse y se dió vuelta boca abajo.

aún se encontraba con la ropa de ayer, y eso le daba confianza y tranquilidad, sabía que el mayor que podía confiar plenamente en él.

Son cosas que marcaron la diferencia, fue de los pocos que escuchó el malestar y acató.

A pesar de que actualmente ya siente más confianza en su cuerpo.

-¿El dia que me cambie frente de ti, como reaccionaras?.

-Posiblemente mire a otro lado sólo por consideración y respeto.

Dejó escapar su risa somnolienta, no podía con lo adorable de el mayor, sus nervios eran el primer mecanismo.

Agarró una de las almohadas pequeñas y la lanzó a Christoph.

Le llegó en el torso desnudo mientras terminaba de poner su cinturón en sus jeans negros.- Pero, oye!

Con una risa malvada se acercó y con fuerza le dio en la cabeza oculta a Richard.

-!¿Porque me golpeas, engendro?¡.- Se levantó de la cama para devolver los almohadazos al contrario, fuerte sonaban los golpes, pisadas y risas.

Las cosas no tienen porqué cambiar con lo que dijo Till, sólo tiene que contestar su pregunta a sí mismo, darse el tiempo de reflexión y aclarar la mente que ha bloqueado la identificación de sus sentimientos amorosos.

Continúan jugando a la pelea de almohadas cerca de cinco minutos para continuar con una guerra de cosquillas y como siempre, Richard era el único atacado.

Ahora ambos podrán disfrutar de ese momento, porque la superación avanza cada día más rápido y con Christoph las cosas son todas color rosa.

<<Y se bien que el hombre que pase más tiempo con él caerá rendido>>

La voz de Till entraba en su cabeza, arruinando completamente la satisfacción de su momento tierno de cosquillas.

-¿Oye, qué pasó? .- Si bien el menor estaba lo suficientemente agitado como para no darse cuenta, si lo hizo.

-Nada es solo que tengo resaca y dormir mal, tu sabes.

El menor se reincorporo y se sentó mirándolo con el entrecejo fruncido, le daba rabia que le mintiera cuando se conocen al revés y derecho por ambas partes.