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-Hace mucho frío para que te vayas. - Khira pone excusas para que Christoph no se vaya a casa. - No quiero que te vayas. - La niña se apega a el cuerpo del mayor.

-Khira, Corazón, volveré, No me iré por siempre. - la levanta en brazos lo más alto que puede haciéndola girar al mismo tiempo. - Cada vez que tu papá me pida que venga lo haré, ¿sí?, por ahora prométeme que te portarás bien.

-Si le dices eso te tomará como premio cada vez que vengas. - Richard había ido por un abrigo suyo que pudiera usar, total, en algún momento se lo devolverá, lo verá constantemente. - Khira, entra, ya hace frio para que estés a fuera. - Se despide con un abrazo y entra.

- ¿No quieres que te acompañemos hasta la estación de autobuses? - Richard al igual que lo hace él quiere cuidarle. - Puedo abrigar a Khira en un instante, no tenemos problemas. - Christoph sonríe de ternura.

-Tranquilo, no es tan lejos, además me iría con un ataque de paranoia al no saber si han llegado. - termina de ponerse el abrigo y le abraza en forma de despedida. Le entrega una hoja de papel con el número escrito. - caso de cualquier cosa incluso si no sabes qué abrigo te quedaría más lindo solo llámame. - Richard de verdad siente que ya le ha robado el corazón, es enamoradizo por esencia, pero esto para él es tan único que no sabe ni siquiera que esto se puede llegar a sentir. Les abraza nuevamente junto a dos besos en las mejillas. - Te veo luego.

-Cuídate. - Richard espera a que le dé la espalda para entrar. - Cierra la puerta, se asusta al ver a Khira en el pasillo. - ¿Qué diablos haces allí?, Pulga. - ella solo cruzada de brazos ríe.

-Debiste besarlo cuando pudiste, ahora tendré que esperar posiblemente cuánto tiempo para verlos juntos. - ella solo recibe como respuesta un abrazo, y se notaba más repuesto y alegre, verle tanto tiempo sucumbido en negativos hechos que trataba de ocultar y mantener desinformada a su bebé. Hoy, finalmente hay sonrisas verídicas.

Richard pone la tetera al fuego, compra en una pastelería cercana un surtido de dulces, para una ligera comida para cenar.

Dan las 8:00 de la tarde, y Khira pone las cosas en la mesa de café en el living. Cuando son tan solo ellos dos, la cena es viendo televisión, es más cercano, ambos sienten triste el comedor.

El agua llega a cada taza, una contiene té y otra leche de chocolate con malvaviscos. En posición de indios en la alfombra que cubre desde el sillón hasta el mueble de la televisión, comienzan a comer y charlar en plena confianza.

- Papi, se honesto conmigo, ¿Por qué sientes atracción hacía Christoph?, Me enteré que hace muy poco le conoces. - Le mira atenta con su taza en mano.

- Hija, yo me enamoro muy fácil, tal cual me pasó con tu padre, yo jamás medite las cosas dos veces. antes de saber bien como era Till, yo estaba completamente atraído por como era, su físico y voz, algo completamente superficial. - Toma un poco de su té, para calmarse y seguir contando sin fracturarse en llantos, como le sucede a menudo. - Pero a Christoph, no fue para nada como conocí a los hombres con cuales no debí estar por salud mental.

-Sí, me contó el inicio, como le dio un puñetazo a Till y te recogió mientras llorabas. - ambos dejan sus tasas en la mesa. - ¿Lo sientes como tu príncipe azul?

-Medianamente sí, y no. No puedo depender de alguien porque no es así la vida, no te voy a negar que como pasamos el fin de semana me ha encantado y fantasie con Christoph. Pero quiero iniciar las cosas bien, conocerlo, saber que le gusta, que no, que sueña, a quienes ama.- La imaginación se encarga de crear una idealización de imágenes que gustaría vivir, haciéndole físicamente perder su mirada, para verlos con más nitidez.

- ¿Tiene miedo de que pase lo que pasó con Till? - un suspiro por parte de Richard le sigue a la frase.

- La verdad de las cosas, Si, por eso no me quiero apresurar. - La mirada se enfoca en ella.

Merezco algo mejor -   ~Chrischard / Tillchard~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora