—¿Qué son todos estos trastos? - Vicder apretó los dientes mientras empujaba con todas sus fuerzas un cajón de plástico casi tan alto como ella.
Leroy gruñó, a su lado.
—No... son... trastos. - Se le marcaron los tendones del cuello cuando el cajón topó con la pared del muelle de carga.
JJ descansó los brazos sobre la caja con un gruñido, y Vicder se dejó caer al suelo, apoyando la espalda en esta.
Le dolían los hombros, los tenía tan rígidos como el metal de la pierna izquierda, y estaba convencida de que los brazos se le desprenderían de un momento a otro; sin embargo, cuando echó un vistazo al muelle de carga, se sintió recompensada al comprobar el trabajo que habían realizado.
Habían apartado todos los cajones y los habían colocado contra las paredes para dejar el paso libre entre la cabina de mando y las dependencias de la tripulación.
Habían apilado los más pequeños y ligeros unos sobre otros y habían dejado unos cuantos delante de la telerred principal a modo de muebles improvisados. Casi resultaba acogedor.
Lo siguiente sería abrirlos -los que valieran la pena-, pero ya se dedicarían a eso otro día.
—No, en serio - insistió Vicder, cuando recuperó el aliento-. ¿Qué es todo esto?
JJ se dejó caer a su lado y se secó la frente con la manga.
—No lo sé - admitió, echando un vistazo a las etiquetas impresas en uno de los lados de la caja que tenía más cerca: un código- Provisiones, comida, creo que incluso hay armas en alguno de ellos. Lo que sí sé es que había varias esculturas de un artista de la Segunda Era muy buscado por los coleccionistas de arte, iba a hacer una fortuna con ellas, pero me detuvieron antes de poder ocuparme del asunto.
Lanzó un suspiro.
Vicder lo miró de soslayo.
Le resultaba difícil compadecerse de él, estaba convencida de que las esculturas eran robadas.
—Qué lástima -musitó, y apoyó la cabeza con brusquedad-.
Leroy señaló algo en la pared opuesta, pasando el brazo justo por debajode la nariz de Vicder.
—¿Qué es eso? -Vicder siguió la indicación, frunció el entrecejo y se puso en pie dejando escapar un gruñido malhumorado.
La esquina de un marco metálico asomaba por detrás de una pila de cajas arrimadas contra la pared.
—Una puerta. -Cargó los planos de la nave en el visor retinal-.
¿La enfermería ?
La noticia animó a Jean.
—Ah, claro, esta nave tiene una.
Vicder se puso las manos en la cintura en forma de darle un regaño.
—¿Tapaste la enfermería?
Leroy se puso en pie.
—Nunca la he necesitado.
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Escarlta (II Parte Vicder)
FanfictionEn esta segunda Parte conoceremos nuevos personajes los cuales misteriosamente se van enlazando a nuestra Ciborg y al Emperador Yuuri. Veremos el avance, las decisiones y sacrificios que nuestros amados personajes tomaran para proteger a aquellos qu...