8. El Señuelo

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12 de octubre de 2033

Aquella noche fue nefasta, no pudo conciliar bien el sueño hasta que salió de la habitación y se recostó en el suelo junto al sillón en que Iván se había dormido. A pesar de estar molesta debía admitir que no le gustaba estar sin Iván en la habitación así que alrededor de las dos de la mañana había bajado con una almohada y una cobija para dormir en el suelo entre la mesita que tenían y el reducido espacio de distancia. Despertó al sentir una gran cantidad de peso sobre ella y movió con rapidez la cabeza olvidando que no estaba en su cama, estrellando un lado de su cabeza con la mesita y produciendo un golpe sordo que la hizo lagrimear del dolor.

- ¡Lily perdón! - grito Iván parándose con rapidez - No te vi y tropecé.

- Ya me di cuenta - dijo Lily con un hilo de voz.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Iván y al enfocar Lily pudo observar que seguía medio dormido, definitivamente tampoco había pasado una buena noche.

- No me gusta estar sola allá arriba - admitió Lily apartando la mirada, mientras seguía haciendo presión sobre la zona en que se había golpeado esperando que desapareciera el dolor.

- Perdón - dijo Iván haciendo que Lily lo mirara con una mueca - Yo si confío en ti, pero no en él...

- Iván....

- ... ¡Y no creo en lo que dice Amanda! - prosiguió ignorando su quejido y sentándose a su lado- Bien eres impulsiva a veces, pero así eres tú y no lo cambiaría por nada del mundo, debí haber dicho algo, pero bueno creo que quede pasmado analizando lo que me había dicho...

- Iván....

- ... ¡Pero quiero que sobre todo sepas que si confió en ti y no debí haberme comportado como un imbécil! Tú nunca me has dado motivos para hacerlo, más te los di ayer yo al haberme quedado con Amanda, no debí...

- ¡Para un momento! - grito Lily haciendo que se detuviera - Gracias - suspiró aliviada - Creo que tampoco debí actuar como actué, empezando por llevarme a la bebe al otro lado de la ciudad... Quizás si necesitaba escuchar un poco de la realidad...

- ¡Pero es que...

- ¡Es mi turno de hablar! - grito Lily pero hizo un quejido, aún le dolía la cabeza - Bien, no ha sido fácil, hay que admitirlo - prosiguió más calmada - Tenemos la tensión de dos personas externas que solo han hecho que peleemos, las personas misteriosas que nos han seguido y atacado, ser padres primerizos rodeado de todo eso, supongo que era cuestión de tiempo que peleáramos...

- ¡Pero a lo que quiero llegar es que no eres ni mal madre, ni mal esposa! Eres perfecta a tu manera - explotó Iván - Tal vez no siempre tengas las mejores ideas pero siempre han sido por hacer lo mejor para quienes te rodean, y eso es lo que más especial te hace... - decía pero Eleonor empezó a llorar en el piso de arriba quedando sus palabras ahogadas en el aire - Yo voy.

Iván salió corriendo y la dejó ahí pasmada, se recostó sobre la almohada nuevamente, el dolor comenzaba a ceder pero las palabras de Iván habían llegado a lo más recóndito de su cabeza haciendo que el dolor de cabeza quedará sin importancia. Era la primera vez que Iván le hablaba sin quedarse trabado sobre sus sentimientos, aunque de forma tan abrupta que apenas había podido analizarlo todo.

- Creo que solo no quería estar sola - dijo Iván volviendo con la bebe en brazos junto a un biberón - Siguiendo con lo que decía - prosiguió sentándose junto a ella - Amanda no sabe lo que dice, ella no ha convivido desde hace diez años contigo...

- ¡Iván detente un momento! - dijo Lily exasperada - No te estoy juzgando, tampoco me agrado lo de ayer pero... déjame pensar un momento.

Apoyo su brazo sobre la mesa estuvo así durante unos instantes, Iván la miraba con expresión ansiosa mientras terminaba de alimentar a la bebé.

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