📖 Lily Potter y el Persida de Clinschor 📖

33. Persecuciones

09 de diciembre de 2033

El día anterior habían decidido llevarse las memorias a la casa de sus padres, luego de pasar un largo rato discutiendo de cual sería el lugar más idóneo para que estuvieran seguras las memorias, considerando lo que había pasado en el hogar de Kingsley terminaron acordando que aquel era el lugar más seguro. Su padre se mostró de acuerdo luego de darle una larga lista de motivos por los cuales debían de haber mantenidos informado de su ubicación, Lily termino quedándose dormida a medio discurso y cuando despertó se encontraba acurrucada en el pecho de Iván en su habitación. Como cada noche había despertado recordando alguno de los sucesos ocurridos dentro de la mansión, aunque por primera vez no había gritado o se había removido tanto por lo que Iván continuaba profundamente dormido. Se quedo observando el techo en la oscuridad pensando en porque su padre querría aquellas memorias, luego de un rato abrió el relicario y lo observó, realmente le había hecho falta aquel pequeño objeto.

- ¿Lily? - preguntó Iván con voz ronca.

- ¿Qué ocurre?

- ¿Por qué no me llamaste?

- Necesitas descansar. 

Iván se apoyo sobre su brazo y la observó durante unos instantes, antes de tirarse nuevamente sobre la almohada, pasando el brazo alrededor de su cintura.

- Tú también - dijo Iván.

- Estoy bien.

- Nadie esta bien durmiendo cuatro horas por noche, de ser así no te hubieras quedado dormida en pleno regaño.

- Estoy bien - insistió Lily. 

En ese momento Eleonor empezó a hacer ruido dentro de la cuna pegándole a los barrotes, últimamente había adoptado esa costumbre para avisar que estaba despierta.

- Yo creo que eso se lo enseño John - masculló Iván mientras Lily cogía a Eleonor.

- Sabes, luego de que termine el caso quiero un tiempo del trabajo - dijo Lily.

- ¿Qué? 

- Eso, quiero un tiempo... No he podido disfrutar como me gustaría - dijo Lily sentándose en el borde de la cama - Últimamente apenas y la veo, y no quiero perder más junto a ella.

- Me parece que después del caso nos vendrían de maravilla unas vacaciones - dijo Iván y le dio un beso para luego dejar uno en la frente de Eleonor - Espero acabe pronto.

- Es lo que más deseo en estos instantes.

Empezaron a tocar la puerta con insistencia, e Iván se paró soltando un largo bostezo para encontrarse a James a medio arreglar del otro lado.

- A la oficina, es una urgencia - indicó James - Y ya desperté a mamá - agregó señalando a Eleonor y luego bajo corriendo las escaleras - ¡Albus apúrate tu también!

Iván y Lily se vistieron corriendo, y bajaron con rapidez para desaparecer por la chimenea. Al llegar vieron más gente de la normal para lo temprano que era, apenas serían las siete de la mañana, algunos magos y brujas iban con sus pijamas bajo las túnicas incluso.

- ¿Qué está ocurriendo? - preguntó Lily.

- Nada bueno, eso es seguro - dijo Iván sin ocultar su preocupación - Una parte de esta gente ocupa altos cargos en los distintos departamentos.

- ¡Es una desgracia! ¡Años sin ver esto! - escucharon el gritó de una señora, lo que les hizo cruzar corriendo lo que les faltaba.

- ¿Qué está ocurriendo? - preguntó Iván casi en un grito al llegar a la oficina y ver a la mayoría del equipo reunido.