📖 Lily Potter y el Persida de Clinschor 📖

25. Traslado

26 de noviembre de 2033

- Lily ¿Podemos hablar?

Ya debía ser cerca de la media noche según la cuenta que llevaba Lily, llevaba horas en el mismo rincón y Alexa y su madre habían intentado en múltiples ocasiones que hablará o al menos comiera en vano.

- No puedes continuar así - se quejó Alexa en voz baja para no despertar a los demás - Quiero ayudarte pero ni siquiera te has querido tomar la poción para mejorar.

- No me duele nada - mintió Lily, aunque en sí sentía que no era una mentira pensando que de todo lo que le había ocurrido aquella semana, las dolencias físicas no entraban a la lista de las peores.

- Claro - respondió Alexa molesta - Quizás y los moretones que tienes no sean lo peor, pero si no hablas no me enterare.

- ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué me golpearon y torturaron? Porque creo que eso ya es evidente - soltó Lily con frialdad.

- No tienes que ser...

El chirrido de la puerta abriéndose hizo que se callará enseguida y Lily aprovecho para desviar la mirada de nuevo, entreteniéndose con su brazalete.

- No supuse que estuvieran en la misma celda, o en todo caso alguno aquí siguiera despierto - dijo Rosier sacándola de sus pensamientos - ¿Qué tal el día ayer? - preguntó con sorna viendo a Lily, aunque sus facciones aún indicaban debilidad.

- Vete al infierno - murmuró Lily con la voz rota.

- ¿Qué quieres Adam? - preguntó Alexa con molestia

- De todo su grupo de rebeldes, tú eres la que me caes mejor ¿Sabes? - dijo Rosier con gracia.

- Que honor - dijo Alexa con sarcasmo.

- De no ser por eso te hubiera matado sinceramente, aunque bueno, nadie te mando estar en el momento y lugar equivocados.

- Yo trabajo ahí, no creo que la que estaba fuera de lugar fuera precisamente yo - defendió Alexa.

- Antes no respondías tanto, en fin, las necesito a ambas.

- ¿A ella por qué? - preguntó Lily a la defensiva.

- No te incumbe - respondió Rosier de mal humor abriendo la reja - Salgan las dos.

Hasta ahora que tuvo la necesidad de moverse no había notado cuan grande era el dolor físico que le habían dejado el día anterior, incluso se sentía desorientada pero lo disimulo todo lo que pudo. Al estar fuera de la celda mientras Rosier la volvía a cerrar desvió la mirada hacia donde estaba su madre, acurrucada en la esquina de su celda, similar a como estaba ella hasta hace poco, su mirada reflejaba cansancio y quiso poder acercarse más, pero sabía que su cuerpo no aguantaría la descarga eléctrica en ese momento. En la entrada vio que Wilkinson esperaba con gesto impaciente pero a su vez no apartaba la mirada de Alexa, quien pendiente de los movimientos de Rosier no lo notaba.

- Seguro se preguntan porque las saque a esta hora, en realidad no pensaba calarme nuevamente otra escena de ustedes, me tienen harto, peor realmente pueden resultar útiles - comentó Rosier  mientras subían la escalera en forma de caracol, junto a Wilkinson las guiaban mientras le apuntaban con sus varitas - ¿Me extrañaste?

- Ni loca - respondió Lily con seriedad, Alexa le miró con preocupación.

- La verdad lamento la muerte de tu hijita, pero tu tampoco colaborabas.

- Ay cállate - se quejó Lily.

- Lily - reprendió Alexa en voz baja.

- Tranquila, algún día se le pasará - dijo Rosier.