Cayó unos cuatro metros hasta chocar contra un cuerpo que quedó bajo ella, al tiempo del impacto también escuchó un <¡crack!>.- ¡No! - chilló viendo como su varita quedaba echa trizas en su mano, al tiempo que un dolor insoportable aparecía en su muñeca.
- No me molesta pero ¿Podrías quitarte de encima? - pregunto Fleming bajo ella.
Lily con la cara tiñéndose en varios colores se fijó en Fleming, que estaba bajo ella viéndola con una divertida expresión en el rostro, se apartó a rastras y quedó tendida a su lado sobre el suelo viscoso, apretando con fuerza su muñeca dónde el dolor empezaba a ser más fuerte.
- Creo que debimos advertirte de eso - murmuró Santiago alzando su varita - Y también creo que tienes algunas astillas clavadas.
- ¿¡Cómo llegaron aquí!? - chilló Lily molesta.
- Creo que de la misma forma que tú - respondió Fleming con sorna mientras limpiaba su uniforme - Claro, luego de caer en este pozo descubrimos que el lugar tiene hechizos para evitar las apariciones.
- Al castillo - aclaró Lily - Como lo descubrieron.
- Establecimos una zona que coincidiera entre las ubicaciones que teníamos - respondió Santiago - Ayer en el pueblo averiguamos un poco acerca del bosque, hay leyendas que aseguran que está maldito...
- Con buenas razones - murmuró Lily mientras arrancaba de la palma de su mano las astillas que quedaban de la varita. Se sentía desolada por la varita que la había acompañado desde hace doce años, guardó los restos en el bolsillo de su varita y volvió a poner atención en la historia.
-... Entonces caminamos por un par de horas hasta dar con este lugar, estuvimos varias horas separados buscando salida hasta llegar aquí ambos, Alexander quedó sin varita también, y pedimos tu ayuda.
- ¿Por qué tardaste tanto? - pregunto Fleming y Lily le lanzó una mirada llena de rabia.
- El patronus que enviaron era confuso ¿Saben? Terminé llamando a Iván...
- Que bonito, el esposo también está aquí- murmuró Fleming.
- Pero el último patronus lo recibí sola y no creo que tengan la menor idea de por dónde estoy - dijo Lily - ¡Pero aún así debieron avisar o esperar! ¡No estaríamos aquí atrapados!
- Cálmate Lily, gritándonos no saldremos por arte de magia de aquí - pidió Fleming.
- ¡Y lanzaban las pistas sin coherencia alguna!
- En eso tienes razón - admitió Santiago.
- ¡Y ahora me quedé sin varita! - gimió Lily - No saldremos pronto de aquí.
- Lo suponíamos... ¿Puedo ayudarte con eso? - preguntó Fleming apuntado a su muñeca - Préstame tu varita Santiago.
- ¿Y la tuya?
- El mismo destino que la tuya - dijo Fleming con tono lastimero.
Lily le tendió su mano y él con unos cuantos toques la dejó vendada, sin atreverse a sacar las astillas que aún seguían en su mano pero inmovilizando la muñeca lo suficiente para que no se movieran de su sitio.
- Tengo curiosidad - dijo Santiago cuando Fleming le devolvió la varita - ¿Cómo hiciste para darle a Richard habiéndote desarmado? El hechizo que te lanzó mal pudo cegarte.
- ¿Pudo? - dijo Lily con frialdad.
- Bueno, considerando que también faltaste estos días si te dejo así - dijo Santiago - Pero ¿Cómo?
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📖 Lily Potter y el Persida de Clinschor 📖
FanficLuego de la derrota de Nimueh y sus seguidores, tiempos de paz y tranquilidad han rodeado el mundo mágico estos últimos años. Sin embargo, el pasado los alcanza cuando un nuevo peligro coloca todo en riesgo, que sin esperarlo abrirá un capítulo cerr...